La historia olvidada de Rollán: cómo un fuero propio y la guerra forjaron su identidad
Acompañado por el autor, Mingo ha subrayado el objetivo fundamental de estas publicaciones: "divulgar, pero también dar a conocer y, por supuesto, transmitir la memoria de nuestros pueblos". Este libro, del que se han editado 300 ejemplares, se erige como un pilar para que los habitantes de Rollán no solo conozcan sus orígenes, sino que también puedan defender su legado, una de las "consecuencias directas de este tipo de publicaciones", según el diputado.
Una investigación de más de tres décadas
Mateo Martín Berrocal, natural de Rollán y profundamente ligado a su pueblo, inició sus primeras pesquisas en 1988. Lo que comenzó como un interés personal se convirtió en un proyecto de vida, compaginado con su trabajo diario y marcado por innumerables desafíos. El propio autor ha relatado las dificultades de su labor, que le llevó a realizar incontables viajes al Archivo Histórico Nacional en Madrid y a otros centros documentales.
"Tuve una época en la que a mí me resultaba dificultoso, leer algunos textos de los manuscritos, precisamente porque de eso yo experiencia tenía nula", ha confesado Martín Berrocal. La complejidad de descifrar legajos antiguos fue un obstáculo que superó invirtiendo tiempo de sus vacaciones y fiestas locales para sumergirse en los archivos. Este esfuerzo, que se ha prolongado durante más de 35 años y que incluso dio lugar a dos libros previos sobre la República y la Guerra Civil, culmina ahora con esta obra que abarca desde la repoblación medieval hasta la Restauración.
Rollán bajo el señorío de la Orden de Alcántara
El eje central del libro es el extenso periodo de más de 650 años durante el cual Rollán perteneció a la Orden Militar de Alcántara. La villa vivió bajo una doble dependencia: el Priorato de Rollán, que gestionaba los asuntos religiosos, y la Encomienda de la Magdalena, a cargo de los temas civiles. Esta particularidad convirtió a Rollán en un territorio con una jurisdicción especial, casi independiente de la Diócesis de Salamanca.
Martín Berrocal ha destacado que la relevancia histórica del municipio va más allá de lo local. "La importancia de Rollán es notoria. Algunos, incluso, yo creo que trascienden el ámbito de lo local por su interés", ha afirmado el autor. La historia documentada de la villa arranca en 1194, con un escrito que ya menciona la iglesia de San Juan de Rollán, de probable origen románico. Poco después, hacia 1219, pasaría a formar parte de la Orden de Alcántara.
Uno de los hitos que demuestra su singularidad fue la concesión de un fuero propio por parte del maestre de la Orden en 1268, lo que le otorgó una notable independencia del Concejo de Salamanca, consolidado tras un pleito en 1425.
Conflictos con el Obispado y escenario de guerra
La condición de Rollán como priorato 'nulius diócesis' (no dependiente de la diócesis) generó constantes tensiones con el Obispado de Salamanca. Los obispos "no siempre se resignaron a ello, por lo que a veces llegaron a producirse pleitos", ha explicado David Mingo. El más célebre, detallado en el libro, fue el mantenido contra el obispo Jerónimo Manrique de Lara, que requirió la intervención del propio rey Felipe II para dictar sentencia en 1591.
El libro también arroja luz sobre el papel crucial de Rollán durante la Guerra de la Independencia. La villa se convirtió en base de operaciones para una facción de la partida del célebre guerrillero Julián Sánchez 'El Charro'. Desde allí se lanzaron acciones notables, como una refriega contra soldados franceses en el paraje de La Madroña el 1 de enero de 1810, y una audaz incursión en el Teso del Zurguén en la capital salmantina en 1811. El pueblo también sufrió las consecuencias del conflicto, padeciendo un importante saqueo el 18 de marzo de 1808.
El fin de una era
La obra narra el lento y complejo proceso que culminó con el fin del Priorato. Un plan de reajuste diocesano iniciado en 1853 se vio paralizado por la revolución liberal del bienio 1854-1856 y no se retomó hasta años después. Finalmente, el 22 de octubre de 1868 se remitió el expediente al Ministerio de Justicia, sentando las bases para su integración definitiva en la Diócesis de Salamanca.
La histórica pertenencia de Rollán a la Orden de Alcántara concluyó oficialmente el 17 de diciembre de 1873, cerrando un capítulo de más de seis siglos y medio. Con la publicación de esta monografía, que estará disponible en librerías a un precio de 12 euros, Mateo Martín Berrocal no solo ofrece un relato pormenorizado de ese pasado, sino que devuelve a su pueblo una parte fundamental de su identidad, forjada entre fueros, pleitos y el eco de la historia.