AQUELLAS JORNADAS SOCIALES DE LIMA EN AGOSTO DE 1991
Han pasado 34 años y me parece que fue ayer. La primera ponencia a la que acudí en el Perú. Acompañado de algunos de los voluntarios y misioneros que participaron en el PRIMER GAM, entre ellos el P. Alfonso Mieres, hoy párroco de Sagrada Familia en Valladolid, a quien he tenido el gusto de saludarle, después de 30 años. Ordenando apuntes me encontré con esta crónica a mano que con mucho gusto mecanografío y os comparto. Ilustra el cartel preparado por Juanjo Martín, miembro de GAM-TPEYAC, quien también diseñó el sugestivo logo del grupo.
En este momento, el Perú atraviesa un nuevo momento de crisis sociopolítica. ¿Qué habría pasado si se hubiese vivido con seriedad lo expuesto en aquellas jornadas en que se expuso la Doctrina Social de la Iglesia para América?
Un motivo de esperanza es que el Papa actual sea tan sensible al tema y lo haya vivido personalmente como misionero. Su carta "Dilexit te" dilata horizontes y ofrece soluciones.
La encíclica del "siglo", el V centenario y la situación actual América Latina.
Tras dos meses de misión con un grupo universitario en Candarave, poblado andino, al sur del Perú, tuve la suerte de participar en una de las jornadas sociales de Lima el día 31 de agosto de 1991. Justamente en la presidida por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, presidente del CELAM. Ante unas 700 personas, entre las que se encontraban numerosos laicos y jóvenes, nos habló de "La Centesimus annus y la situación de América Latina en vistas al centenario". Con la lucidez y la valentía que la caracterizan nos animó a "dar esperanza frente a tantas frustraciones". Expuso una realidad bien palpable "la existencia de una iglesia a la que se respeta y la credibilidad y de la que tanto se espera". Denunció la década "perdida", la de 1980 a 1990 por la dispersión de fuerzas, las muertes violentas de misioneros y todo tipo de personas por acciones terroristas". Todo ello es un reto para emprender la nueva evangelización sin mendigar criterios pastorales de nadie. La conmemoración del I Centenario de la "Rerum Novarum" nos debe llevar a ver nuevas cosas de hoy. Hizo un llamamiento a sacerdotes y religiosos para evitar ciertos clericalismos y no hipotecar la vocación sacerdotal; reconoció el fallo en preparar laicos para organizar la vida civil y político y señaló la necesidad de hombres formados en lo político y en la fe, que no se dejen ganar por el soborno y la corrupción.
Entre los factores de la crisis destacó la violación de los derechos del trabajador, la ineficiencia del sistema capitalista, el vació espiritual del ateísmo marxismo en América Latina tanto en las aulas como en as montañas. "La iglesia ofrece la DSI y su compromiso concreto para combatir la injusticia mediante la praxis de una auténtica de la teología de la liberación", la indicada por el Magisterio de Juan Pablo II en las dos instrucciones, que nada tiene que ver con ese "compromiso imposible entre marxismo y cristianismo". "Dudo en la bondad de los que quieren unirlos actualmente", porque además de contradictorio resulta anacrónico. Continuó su charla analizando los factores económicos como el acudir a préstamos sin control y la corrupción en su manejo que llevó al endeudamiento, desempleo, fuga de capitales y por último al "agotamiento económico para atender a las masas y a la exclusión de empresarios notables". El último de los factores analizados fue el científico técnico concretado en los medios de comunicación, la informática, robótica, computación.
La última parte de su conferencia la dirigió a marcar los desafíos de la iglesia en el aquí y ahora. Recorrió el magisterio emanado de las conferencias de Puebla, Medellín sin "lamentos y sin glorias cantadas", sí para "analizar con profundidad el presente fecundo y dinámico magisterio de Juan Pablo II" que desembocará en la conferencia de Santo Domingo "Nueva evangelización de la cultura. Promoción humana. Cristo ayer hoy y siempre". "Depositamos en las manos de cristo y María nuestras esperanzas y desafíos hacia la nueva evangelización. Que los valores evangélicos penetren toda la actividad personal, familiar y social de Latinoamérica".
En el panel desarrollado a continuación, tomó la palabra Monseñor Cabrejos, obispo auxiliar de Lima sobre "La enseñanza social y el V Centenario". La iglesia mira al pasado para sacar lecciones y valores. El hombre es el único ser querido por Dios por sí mismo y crea vínculos de cooperación y solidaridad, la DSI coloca al hombre en el marco más elevado de su vocación y dirige su empeño a la intimidad de la conciencia del hombre (conversión). De aquí arranca la nueva evangelización en la que está empeñado Juan Pablo II. Hay que entregar al mundo la perpetua novedad del Evangelio; hemos de entrar en la cultura con "el bisturí del Evangelio"; hay que poner el nombre de cristo en todos los Latinoamericanos. Para ello, hemos de buscar la perfección individual, social, inspirada en el mensaje de cristo; necesitamos una sana inculturación para que la Iglesia impregne las culturas del Evangelio, asumiendo lo positivo de las mismas y renovándolas desde dentro. La evangelización fundante nos da lecciones titánicas en la arquitectura, la religiosidad popular, los frutos de santidad. Si queremos entrar a la altura de la historia, hemos de madurar como frutos vivos de la iglesia.
Por último, Monseñor Fernando Vargas, arzobispo de Arequipa, entró de lleno en la conmemoración de V Centenario y la actualidad. Partió del análisis de un "panorama desolador de América Latina y de la esperanza de la nueva Evangelización desde la realidad de la identidad católica de nuestro continente". Rechazo las visiones reductivas de la Leyenda Negra y la falsa teología de la liberación.
A la primera opuso la "Pléyade gloriosa de misioneros que dieron su vida para alimentar la fe" …que debe ser completada y mejorada si cabe con una nueva Evangelización, dentro de la cual ocupa un puesto singular la Doctrina Social de la Iglesia. Como conclusión, recordó a los asistentes los recientes martirios de misioneros como los que estaban de cuerpo presente y que habían sido asesinados en Chimbote.
Los conferenciantes no obviaron ninguna de las preguntas por comprometidas que fuesen tanto referentes a la celebración del V Centenario como a la teología de la liberación y reconciliación. En sus respuestas transparentaba una filial docilidad por el magisterio de Juan Pablo II y una solicitud pastoral por los fieles católicos a los que alentaban en todo momento a llevar una vida nueva en Cristo que fecunde las realidades sociales en un cuerpo habitable por el mundo del espíritu cristiano.
José Antonio Benito DNI 7820665
Asociación Española de Americanistas
Guadalete 2, 47005 VALLADOLID
Cuando la Doctrina Social de la Iglesia tiene VIDA. 37 nombres propios
Suele criticarse la DSI como "doctrina" que se queda en los "documentos" y sin mucha aplicación. Aquí, el Papa León pone "patas" al asunto y "nombres propios". La nota de "El Debate" rescata 5 grandes santos españoles citados. Me ha encantado contar hasta 37 nombres -desde Moisés a Santa Teresa de Calcuta- vinculados con la Doctrina Social de la Iglesia, por su pensamiento, doctrina o por su vida.
El trabajo fue iniciado por el Papa Francisco como continuidad de su encíclica "Dilexit nos", sobre el tema del servicio a los pobres, en cuyo rostro encontramos "el sufrimiento de los inocentes". El Papa denuncia la economía que mata, la falta de equidad, la violencia contra las mujeres, la desnutrición y la emergencia educativa. En Dilexi te ( "Te he amado" (Ap 3,9), el amor de Cristo se hace carne en el amor a los pobres, entendido como cuidado de los enfermos; lucha contra la esclavitud; defensa de las mujeres que sufren exclusión y violencia; derecho a la educación; acompañamiento a los migrantes; limosna que "es justicia restaurada, no un gesto de paternalismo"; equidad, cuya falta es "raíz de los males sociales". Son 121 puntos o parágrafos que brotan del Evangelio del Hijo de Dios, que se hizo pobre desde su entrada en el mundo. Relanza el Magisterio de la Iglesia sobre los pobres en los últimos ciento cincuenta años, como "auténtica fuente de enseñanzas" y, también, de testimonios llenos de vida.
De momento, les presento la rica enumeración de los nombres propios:
Son cinco grandes santos españoles los que cita: 1. San Juan de Dios: el hospital como casa de misericordia. 2. San Raimundo de Peñafort, libertad para los cautivos. 3. San Pedro Nolasco: libertad para los cautivos. 4. Santo Domingo de Guzmán: la pobreza que predica. 5. San José de Calasanz: educación para los más pequeños
Además, son 30 grandes creyentes y cristianos que se han destacado por su caridad social y que conviene tenerlos en vitrina:
1. San Gregorio Nacianceno
1. San Francisco
2. Moisés
2. San Lorenzo
3. San Ignacio de Antioquía,
4. San Policarpo obispo de Esmirna
5. San Justino,
6. San Juan Crisóstomo.
7. San Cipriano
8. San Gregorio Magno
9. San Juan de Dios
10. San Camilo de Lelis
11. San Vicente de Paúl
12. Santa Luisa de Marillac
13. San Basilio Magno,
14. San Benito de Nursia
15. Juan Casiano:
16. San Bernardo de Claraval
17. San Juan de Mata
18. San Félix de Valois
19. San Pedro Nolasco
20. San Raimundo de Peñafort,
21. Santa Clara de Asís
22. Santo Domingo de Guzmán,
23. San José de Calasanz,
24. San Juan Bautista de La Salle,
25. San Marcelino Champagnat
26. San Juan Bosco
27. Beato Antonio Rosmini
28. San Juan Bautista Scalabrini
29. Santa Francisca Javier Cabrini.
30. Santa Teresa de Calcuta,
31. Santa Dulce de los Pobres,
32. San Benito Menni
33. San Carlos de Foucauld
34. Santa Katharine Drexel,
35. Hermana Emmanuelle.
37. San Pablo VI
Carta Pastoral con motivo de la canonización de los beatos
José Gregorio Hernández Cisneros y Carmen Elena Rendiles Martínez
INTRODUCCIÓN
1. Con gran júbilo, los venezolanos hemos recibido la noticia de la canonización de los dos primeros santos hijos de nuestra patria: el Dr. José Gregorio Hernández, llamado popularmente, el "médico de los pobres" y la Madre Carmen Rendiles, religiosa y fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús. Este hecho es una comprobación de que en nuestra tierra hay hombres y mujeres que, movidos por su fe y asistidos por los dones de lo alto, han podido santificarse en sus vidas ordinarias a través de la vivencia de las virtudes cristianas. En nuestro mundo actual también resplandece la santidad, que ha sido testimoniada por personas que han vivido recientemente entre nosotros. Por ello podemos decir, junto con el salmista: "Cantaré eternamente las misericordias del Señor" (Sal 88,1).
2. A la canonización de estos dos grandes venezolanos se llegó después de un largo proceso que consistió en comprobar su modo de vida, con el fin de proponerlos ante la comunidad eclesial como ejemplos y como intercesores. Por lo general, en los procesos de beatificación y canonización, se exige un milagro, que expresa, la voluntad de Dios de que esa persona sea venerada en los altares. El elenco de los santos se inicia en las Sagrada Escritura, y recorre toda la historia de la Iglesia. Allí hay muchos mártires, clérigos, consagrados, laicos, personas de todas las edades y condiciones.
3. En el caso de los primeros santos venezolanos, este proceso llegó a su culmen el pasado 25 de febrero, cuando el Papa Francisco, de feliz memoria, a pesar de estar aquejado por la grave dolencia que lo llevaría de este mundo, firmó el decreto de canonización del Dr. José Gregorio Hernández, y cuando el pasado 31 de marzo el Papa León XIV reconoció un nuevo milagro atribuido a la intercesión de Madre Carmen Rendiles, abriendo así la puerta a su canonización.
4. Finalmente, el Santo Padre, en consistorio público celebrado el 13 de junio, ha decretado que la canonización de estos compatriotas, junto con otros cinco beatos, se realice el próximo 19 de octubre. Esta ceremonia tendrá lugar en la Plaza de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, en las postrimerías del Año Santo de la Esperanza, con lo cual se rinde testimonio, ante la Iglesia universal, de esa "esperanza que no defrauda" (cf. Rm 5,5): la que nos hace vislumbrar el gozo eterno del Reino al contemplar al Santo de los Santos (cf. Ap 4,2-5).
EL DR. JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ
5. José Gregorio Hernández Cisneros nació en una familia cristiana de la pequeña población de Isnotú, en el Estado Trujillo, en los Andes venezolanos. Ya adolescente, se traslada a Caracas, donde termina el Bachillerato y estudia Medicina, con gran aplicación y honores. Regresa a Trujillo para tratar de modificar las prácticas curativas supersticiosas y recorre
toda la región. Debido a sus méritos académicos es escogido por las autoridades nacionales para especializarse en Francia en el conocimiento y práctica de los últimos adelantos médicos y así modernizar la medicina en Venezuela. Él y otros insignes galenos amplían las investigaciones médicas, crean cátedras universitarias y fundan el Hospital Vargas en Caracas, que en ese momento se puso a la vanguardia del adelanto científico y experimental en medicina respecto a todo el continente americano.
6. El Dr. Hernández fue un hombre profundamente creyente en Jesucristo. Lo demuestran numerosos hechos de su vida de familia, de estudiante, de académico y de médico. La recepción diaria de la Eucaristía y el rezo del santo Rosario iban de la mano con su trabajo como médico. Era un hombre con gran preparación y con una voluntad concretada en hechos, de servir cristianamente a los enfermos sin distinción de ningún tipo, pero de manera especial a los pobres en los que supo encontrar el rostro de Cristo (cf. Mt 25,36). Fue médico, profesor, hermano y amigo. Fue también amante de la música y poseedor de una cultura muy amplia. Cultivó la amistad y era excelente conversador y anfitrión.
7. Formado en la espiritualidad franciscana que abrazó como Terciario en 1899, el Dr. José Gregorio Hernández fue también un amante de la paz, virtud que hizo regla de su vida. Aprendió de San Francisco de Asís a vivir en paz con Dios, consigo mismo, con los hermanos y con toda la creación. El día anterior a su muerte ofreció su vida por la paz del mundo.
8. El Dr. Hernández fue un hombre de bien, de servicio, que puso su preparación académica al servicio de su prójimo. Su figura puede ser propuesta a todos, creyentes y no creyentes, como paradigma de hombre y de ciudadano. La fama de su santidad originó, desde su muerte, un fenómeno de piedad popular muy extendido. Hay testimonios de su devoción en toda América y en general donde ha habido un venezolano creyente, allí se ha dado a conocer al Dr. José Gregorio Hernández.
LA MADRE CARMEN RENDILES
9. Carmen Elena Rendiles Martínez, nacida en el seno de una familia caraqueña en 1903, fue la tercera de nueve hermanos. Vino al mundo con una condición especial: le faltaba un brazo. Tuvo una salud débil. No obstante, se caracterizó por una determinación muy grande a la superación y al desarrollo normal de una joven de su época.
10. A los 24 años ingresa en las Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento, Congregación francesa establecida en Venezuela, dedicada a la adoración eucarística. Como religiosa, se distinguió por su alegría y dedicado servicio. Por sus cualidades se la nombró maestra de novicias y Superiora de la Congregación en Venezuela y Colombia. Bajo su mandato como Superiora inicia el trabajo educativo de la Congregación, fundando varios colegios. A la vez, presta apoyo a las parroquias en lo relativo a confección de las hostias necesarias para el sacramento de la Eucaristía.
11. A raíz del Concilio Vaticano II y con las debidas licencias, funda en Venezuela las "Siervas de Jesús" y así preserva el carisma que inicialmente vivió como religiosa. Esta decisión fue providencial y ha constituido un gran bien para el país.
12. Fue una mujer con muchas condiciones humanas de liderazgo, iniciativa y emprendimiento, fruto de su vocación cristiana y de su entrega generosa al servicio. Siguiendo sus huellas, la Congregación de las Siervas de Jesús impulsó un trabajo educativo, benéfico y evangelizador en muchos lugares de Venezuela y del exterior.
13. La Madre Carmen es y será un estímulo para muchas mujeres al ver cómo ella, con una gran fe en Jesucristo y aprovechando sus dotes naturales de liderazgo creativo, realizó obras de bien en favor de los niños y jóvenes en las familias y en la Iglesia.
HOMBRES Y MUJERES DE DIOS
14. Sin duda, la Madre Carmen y el Dr. José Gregorio brillan por el esplendor de sus virtudes y por ser personas que pasaron por este mundo testimoniando un gran amor a Jesucristo y a su Iglesia, y un compromiso serio con las tareas que les tocó realizar. Esto marca un camino para nosotros: la santidad es la vocación del cristiano, porque somos hijos del único Santo, que nos hace santos, y porque el fin de la vida humana es la unión con Dios, aquí en el mundo de un modo y en la eternidad, para siempre abrazados por el amor infinito de Dios.
15. El Papa Francisco nos recordó la constante enseñanza de la Iglesia de que la santidad es la meta de toda vida cristiana. A ella se llega por un camino propio, el de cada uno, porque no hay una sola forma de amar a Dios. La Iglesia nos procura la Palabra de Dios y los sacramentos, e inflama nuestros corazones para hacer de nuestra vida, de nuestro trabajo, de nuestra familia, un servicio verdadero a Dios, a Iglesia y a la sociedad. El Papa Francisco habló de la santidad de "la puerta de al lado", para significar que también son santos: "los padres que crían con tanto amor a sus hijos, los hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, los enfermos, las religiosas ancianas que siguen sonriendo (…) es la santidad de (…) aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios." (Exhortación Apostólica Gaudete et exultate, n° 7)
16. De esta manera, la santidad manifiesta la misericordia de Dios encarnada en infinidad de personas; se muestra en el crecimiento de la Iglesia: niños, jóvenes, hombres, mujeres, familias, adultos, ancianos, enfermos, de cualquier condición. El empeño por unirnos a Dios en la vida diaria, por pensar en lo que a Él le agrada, por contar con la compañía de Jesucristo nuestro Redentor, da una capacidad de bien, de servicio, de trabajo, de ofrecimiento de tantos dones, que sólo Dios ve y que se contagia por el buen ejemplo a nuestros hermanos.
17. Debemos hacer un esfuerzo por conocer la vida y virtudes de estos compatriotas que la Iglesia canoniza. En las biografías de estas personas no encontraremos muchas cosas extraordinarias, sino simplemente su vida de fe enraizada en el mundo. Siempre hay que ver en la vida de los santos dos elementos fundamentales: su amor a Jesucristo y una determinación muy grande de vivir con decisión la vocación a la que Dios nos ha llamado en este mundo.
18. Para los cristianos, una característica importante de la santidad es la experiencia de vivir la fe en comunión con los hermanos. En el contexto de las relaciones humanas en que se mueve un creyente, la fe crea un estilo de vida que permite que el bien se irradie. Se crea
un ambiente, unos lazos que a veces imperceptiblemente elevan la calidad humana y espiritual de la familia, de los ambientes de trabajo, de las diversiones. El llamado a la santidad es para todos los miembros del Pueblo de Dios.
SANTIDAD QUE INSPIRA LA ACCIÓN PASTORAL
19. La canonización de los primeros santos venezolanos es una ocasión propicia para que intensifiquemos nuestro espíritu de oración y de encuentro con el Señor. "Pedir" es una forma de orar y es de todos conocido que el pueblo cristiano recurre de manera espontánea a la intercesión de los santos y beatos, ya que considera que ellos, que están muy unidos a Jesucristo, atienden nuestras necesidades según el querer de Dios. El mismo Señor lo dice en el Evangelio: "pidan y se les dará" (cf. Mt 7,7). Son muchas las actuales necesidades del pueblo venezolano, por lo cual debemos pedir insistentemente a Dios para que venga en nuestro auxilio y nos ayude a dar respuesta con el concurso de todos los hijos e hijas de esta tierra, a esas necesidades.
20. Es también una buena oportunidad para promover una catequesis profunda sobre la vida y ejemplo de estos santos, de forma que nos mueva a todos a reflexionar sobre nuestras propias vidas y considerar cómo podemos también nosotros hacer que en las circunstancias cotidianas en las que nos desenvolvemos nos lleven a un mayor servicio a Dios y a los demás. Es también ocasión para alertar sobre prácticas supersticiosas en las que a veces se involucra a los santos y beatos y que deforman la recta veneración que se debe a los bienaventurados.
21. La inscripción en el calendario universal de los primeros santos venezolanos es un honor no sólo para ellos, sino para la nación entera. Por tal motivo, su canonización no puede reducirse a los gestos externos de júbilo y a los homenajes artísticos y culturales que se les hagan públicamente, sino que debe propiciar una profunda reflexión sobre el presente y el futuro de nuestra patria, a la luz de las virtudes que estos santos vivieron en profundidad. Es un fuerte estímulo para que todos los venezolanos nos encontremos y apreciemos como hijos de una misma Patria y hermanos entre nosotros; para defender la vida y dignidad de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural; para aceptar nuestras diferencias como una riqueza y construir una mejor sociedad en el respeto mutuo, la convivencia y la búsqueda constante de la paz.
22. Si el Dr. Hernández y la Madre Carmen Rendiles fueron artesanos de la paz y la esperanza, su canonización debe llevarnos a trabajar decididamente para que esa paz se haga presente en el corazón de todos los venezolanos y a promover signos de esperanza en sintonía con las propuestas del Año Jubilar. Los discursos y las acciones belicistas ensombrecen el sentido profundo de la canonización. Igualmente sucede con los intentos de apropiación de su figura para promover intereses particulares y partidistas.
23. La canonización constituye también una motivación para que, en homenaje a la trayectoria humanitaria del Dr. Hernández, se mejoren las condiciones del servicio público de salud y para que, recordando la vocación docente tanto del Dr. José Gregorio como de la Madre Carmen, se garantice a nuestros niños y jóvenes una educación de calidad y a los docentes una retribución justa por su trabajo. Consideramos también que
es una ocasión propicia para que las autoridades del Estado dicten medidas de gracia que permitan recobrar la libertad a los encarcelados por razones políticas. Consideramos que de esta manera se favorecería la tranquilidad y armonía no sólo de las familias y allegados de esas personas, sino de la sociedad entera.
CONCLUSIÓN
24. El gozo que nos invade por estas canonizaciones nos une más a Jesucristo y a su Iglesia. Una vez más se pone de manifiesto la fuerza transformadora del Evangelio y de la fe. Se puede decir que la Iglesia nos invita de nuevo a que nos entusiasmemos con la aventura de la santidad, que tiene como frutos la paz, la armonía, la edificación de la convivencia humana, la misericordia y la compasión. También la santidad da sentido al sufrimiento y al dolor, que con frecuencia nos acompañan durante la vida.
25. Podemos afirmar que se ha abierto el camino para que podamos decir "santos para todos". Y así, todos los eventos que se organicen en Roma, en Caracas y en todo el país, serán además de ocasiones de júbilo momentos importantes para escuchar el llamado de Jesucristo: "Sean santos como mi Padre es Santo" (Mt 5,48).
Con nuestra bendición, Los Obispos de Venezuela
Caracas, 7 de octubre de 2025