Elise Ann Allen León XIV: ciudadano del mundo, misionero del siglo XXI. (Debate, Barcelona, 2025)
De las varias obras publicadas sobre el nuevo Papa, es la que de momento presenta más información biográfica y, gracias a la entrevista brinda, acercamiento a lo que piensa, siente y hasta sueña León XIV.
La obra presenta un perfil inédito del actual Papa, desde sus primeros años en Chicago hasta su papel central en el Vaticano. Elise Ann Allen, nacida en Denver, es licenciada en filosofía y en comunicación por la Universidad de Northern Colorado. Antes de llegar a Crux, formó parte de la redacción de Catholic News Agency en Denver y más tarde se desempeñó como corresponsal en la capital italiana. Un dato muy importante es saber que su esposo es un veterano periodista que conoce muy a fondo todos estos temas como puede comprobarse en el portal https://www.vidanuevadigital.com/autor/john-l-allen-jr/; de hecho es uno de los formalmente entrevistados para la obra. Otro dato de interés es su cercanía a uno de los cuatro grupos de la Familia Sodálite, Fraternidad Mariana de la Reconciliación. Así como a los periodistas que investigan su trayectoria como son Pedro Planas y Paola Ugaz. De igual modo es obvia su cercanía al Papa por su nacionalidad estadounidense y la su misma lengua materna, en la que se ha hecho la entrevista; de igual manera el seguimiento del acontecer eclesial desde su residencia en Roma y la habitual tarea vaticanista desde su periódico "Crux".
Les comparto la excelente entrevista que le hace la revista Ecclesia: https://revistaecclesia.es/elise-ann-allen-de-leon-xiv-podemos-esperar-una-agenda-social-muy-rica/
De igual modo, cabe reseñar que ha sido muy bien recibido por la prensa en el mundo, comenzando lógicamente por el Vaticano: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2025-09/papa-leon-xiv-entrevista-croux-libro-misionero-siglo-xx-peru.html
Allen, conocedora profunda de la figura de Robert Prevost, ofrece una semblanza marcada por la independencia y naturalidad del pontífice. Como ha manifestado a la prensa: "Él no es parte de ningún bando, es muy independiente y hará cosas que complacerán o disgustarán a todos en algún momento del camino. Simplemente tenemos que dejar que sea él mismo, sin compararlo demasiado con sus predecesores, al menos no de una manera ideológica".
Comparto la decisiva y larga introducción que ofrecen editoriales, revistas y portales. En ella nos cuenta de qué va la obra y por qué la ha escrito, compartiéndonos su gratitud y gozo por ser la primera entrevistadora oficial de León XIV como pontífice, posibilitando que el Santo Padre, Robert Prevost, León XIV, líder de la Iglesia Católica nos detalle sus prioridades y visión para el futuro. Todo ello de modo muy familiar, sencillo y profundo al mismo tiempo. El papa León XIV aparece retratado como un hombre moderno, conectado y sensible.
Testimonios de buenos conocedores de la realidad peruana y eclesial como José Luis Pérez Guadalupe, cercanos a su trayectoria vital como familiares, agustinos o la agustina Carmen Toledano; allegados en Estados Unidos, Perú y Roma completan este retrato humano y cercano de una figura que hoy guía a la Iglesia en tiempos de incertidumbre y polarización. Las 274 notas aclaratorias y citas a pie de página nos dan buena cuenta de la profesionalidad con que ha sido escrito. Asuntos complejos y todavía sujetos a investigación como el de la teología de la liberación en el Perú o el "caso Sodalicio" son abordados con precisión y hondura, pero hay que darle tiempo a que se aquieten las aguas y tengamos una perspectiva histórica. "Por sus frutos" los conoceremos mejor.
Aunque intenta ser ecuánime e imparcial, por la selección de entrevistados y comentarios, no lo es para algunos grupos como el Camino Neocatecumenal, Opus Dei, que han desempeñado un apostolado significativo en El Callao y en Chiclayo. A quienes como yo he vivido en El Callao y he tratado a todos los actores cuesta creer que sacerdotes "recibieron amenazas violentas por matones contratados por Del Palacio y Pérez-Medel y su círculo íntimo" p.98. No estaría de más que en próximas ediciones se contrastase con otras fuentes tanto orales como escritas.
La obra se distribuye en los siguientes apartados:
CAPÍTULO 1. Raíces. Familia y vocación del joven Prevost
CAPÍTULO 2. Misión entre cambio y crisis. El contexto eclesial y sociopolítico que formó el perfil de León XIV
CAPÍTULO 3. Misionero de esperanza. De Chulucanas a Trujillo
CAPÍTULO 4. Prevost, el prior. Un líder con una mirada global
CAPÍTULO 5. Monseñor Roberto en Chiclayo. Un obispo entre su gente
CAPÍTULO 6. Habemus papam. Una elección que conmocionó al mundo
CAPÍTULO 7. Primeros pasos y una mirada al futuro. Una entrevista exclusiva con León XIV
AGRADECIMIENTOS
NOTAS.
Aquí, la introducción
"Hace casi medio siglo, con la elección de Juan Pablo ii, la Iglesia interrumpió una tradición de 455 años en la que todos los papas eran italianos. Desde entonces, cada nuevo cónclave ha despertado las mismas interrogantes en millones de personas, creyentes o no: ¿quién es el nuevo pontífice?, ¿de dónde viene? Benedicto XVI nació en Alemania, y Francisco, en Argentina. El 8 de mayo de 2025, la respuesta trajo un primer signo de tiempos nuevos: Robert Francis Prevost, hoy León XIV, es el primer pontífice de la historia con ciudadanía tanto de Estados Unidos como del Perú, una doble pertenencia que ha marcado su vida y que se refleja en su forma de hablar, de escuchar y de tender la mano a quienes vienen de realidades distintas.
Desde hace doce años cubro las noticias del Vaticano desde Roma, los últimos ocho para el portal Crux. Me une al papa no solo mi nacionalidad estadounidense, sino también el privilegio de lo que podría denominar una cierta cercanía, alimentada en encuentros previos durante mi labor periodística y nuestro conocimiento compartido acerca del Perú y de la Santa Sede. Sin embargo, cuando estuve frente a él en la villa pontificia de veraneo en Castel Gandolfo, a una hora de la capital italiana, a punto de iniciar la primera entrevista oficial de su pontificado, todo parecía nuevo, y me pregunté por un segundo si algo habría cambiado.
Conocí a Robert Prevost en diciembre de 2018 durante un viaje que realicé a Lima para escribir un reportaje relacionado a los abusos de la Iglesia y en especial del caso Sodalicio. En ese momento, Prevost era obispo de Chiclayo y presidente de la Comisión Nacional de Salvaguarda de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), institución de la cual, además, era su segundo vicepresidente. A pesar de su encumbrada posición, recuerdo que me impresionó su sencillez, su franqueza, su tranquilidad y la sensación de transparencia que me transmitía, siendo yo apenas una extranjera con la que no había mantenido ningún tipo de acercamiento previo. En esa primera conversación habló con calma de los controvertidos asuntos que yo había solicitado tratar. No proyectaba ninguna reserva, sino que, por el contrario, me escuchaba con atención e intervenía con confianza, apertura y una honestidad que me pareció, por lo menos, inesperada. Su manera gentil de interactuar me tranquilizó. De pronto, me asombró descubrir que estábamos teniendo una conversación, no solo una entrevista off the record, con preguntas anotadas o respuestas calculadas de un prelado cauteloso que intentara deshacerse lo antes posible de la periodista de investigación. Nuestra charla fue natural y, aunque estoy segura de que no dijo todo lo que podría haber dicho, escuchó, se involucró y fue directo y sincero en sus respuestas. Al culminar ese primer encuentro me extendió la mano con su tarjeta personal para que pudiera contactarlo para cualquier seguimiento que pudiera necesitar, algo que no todos, y especialmente no los obispos, harían por un periodista.
Cinco años después, en 2023, Prevost llegó a Roma designado por el papa Francisco como prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los cargos más importantes en el Vaticano. Fue aquella la segunda vez que pude reunirme con él en persona, cuando, junto con mi esposo, que también es periodista, solicitamos una visita de cortesía para dar la bienvenida a nuestro compatriota. A pesar de los años transcurridos, del cambio de ciudad y del importante cargo que asumía, sentí que Robert Prevost era exactamente la misma persona con la que me había reunido antes en Lima. Aunque nuestro contacto fue limitado durante sus primeros meses en Roma, ya que Prevost mantenía un perfil notoriamente bajo, un día decidimos invitarlo a cenar. En nuestra casa, comprobé que tanto en el entorno formal como en el personal conservaba su amabilidad y cercanía. Fue un invitado estupendo que comió con gusto todo lo que le ofrecimos, que acompañó nuestra conversación con una frecuente sonrisa, y que incluso se animó a contar un par de chistes mientras hablábamos de deportes, del Perú y de su experiencia reciente en el Vaticano. El cardenal y prefecto del poderoso dicasterio, que más tarde se convertiría en papa, nos demostró aquella noche que era un hombre sencillo y completamente abocado en atender a las personas a su alrededor más que a sí mismo.
En Castel Gandolfo, la hermosa residencia apostada en las colinas Albanas donde, durante siglos, los papas han pasado sus veranos, espero al papa León XIV para la entrevista inaugural que marcará su primer contacto formal con la prensa y, a través de esta, con los católicos y el mundo en general. Pienso que es probable que el intercambio no sea el mismo que antes, pero cuando aparece y me saluda con su sonrisa cálida y la mano extendida, preguntando de inmediato por mi esposo, confirmo que es exactamente el mismo hombre: natural, abierto, impactante. No importa qué lugar, puesto o título haya ocupado o esté ocupando, Prevost se ha mantenido fiel a sí mismo.
¿Quién es Robert Francis Prevost?, ¿quién es el papa León XIV?», le pregunto mientras se quita las gafas alrededor de la pequeña mesa redonda que compartimos. Su respuesta llega pausada y firme:
"Alguien que tiene una profunda apreciación por la humanidad […] una fe profunda en que, de alguna manera, el misterio de Jesucristo, Dios encarnado, nos llega a todos nosotros. Creo que tengo la capacidad de sentarme con otras personas y reconocer la bondad en ellas. En la conversación, el diálogo, el respeto, soy capaz de ver ese bien, sea la otra persona alguien de fe o no, y compartir parte de la alegría y la esperanza de lo que significa estar vivo, el regalo de la vida. Entonces, para mí, y especialmente como agustino, [tengo la capacidad de] ver que, como hijos e hijas de Dios, estamos llamados a un bien mayor y que todo lo que hacemos aquí está orientado hacia la plenitud de la vida y el amor en las manos de Dios. Mucho de eso es un misterio, y no pretendo entenderlo ni mucho menos poder explicarlo".
Y luego, en un tono más personal, el papa añade: "Hay una gran parte de mí que disfruta vivir, conocer a otras personas, servir a los demás, y que encuentra mucho sentido en haber dado mi vida para servir en la orden agustiniana como sacerdote y, más tarde, como obispo. De algún modo, es lo mismo: ser llamado para una vocación específica, para caminar con otras personas y enseñarles a tener esa misma actitud de que «dar tu vida por los demás tiene mucho más sentido que ser egoísta». Cuando conoces a Jesucristo, y cuando reconoces que Dios nos ha llamado, creado y amado, compartir eso con otras personas es simplemente un regalo magnífico".
El actual pontífice encarna, en muchos sentidos, el perfil de un papa para el siglo XXI. Su formación multicultural y su amplia trayectoria como misionero, jefe de su orden agustiniana y prefecto del Dicasterio para los Obispos, cargo en el que interactuó con obispos de todo el planeta, le otorgan una perspectiva global única. Habla inglés, español e italiano con fluidez, y conoce el francés, lo que le permite moverse con naturalidad entre diversas culturas.
También es un papa familiarizado con el mundo digital. Antes de su elección tenía presencia en redes sociales, como X (antes Twitter), y utilizaba herramientas digitales en su teléfono inteligente, como WhatsApp, lo que demuestra su interés por la comunicación abierta y el debate actual. De hecho, ha declarado abiertamente que la revolución de la inteligencia artificial y las dudas que esta plantea sobre el trabajo y los derechos de los trabajadores fueron uno de los motivos por los que eligió su nombre papal, en homenaje al papa León xiii, padre de la doctrina social moderna de la Iglesia.
Quienes lo conocen hablan de un hombre que disfruta la vida, que ama conocer y descubrir nuevas personas, culturas y realidades. Alguien atento a los contextos sociales más frágiles y a las carencias de los pobres. Un hombre de diálogo y de acción, que sale en búsqueda de necesidades que satisface de manera creativa. Un pastor cercano y atento, buen administrador y líder eficiente, capaz de resolver problemas complejos sin crear divisiones. Pero, sobre todo, hablan de él como un buen amigo y un hermano confiable.
En suma, León XIV es, para muchos, un «ciudadano del mundo», un pontífice para los tiempos modernos y, por su historia y su estilo, un misionero del siglo xxi.
Apenas fue elegido papa, no ha sido mucha la información disponible públicamente sobre Robert Prevost en términos de lo que dijo e hizo, en discursos, homilías y mensajes, o, incluso, en cuanto a sus posturas sobre algunos temas polémicos a lo largo de los años, salvo algunos tuits, bastante recientes, posicionándose sobre ciertas posturas del vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance. Aunque han ido saliendo muchas fotos de Prevost junto a sus feligreses peruanos en actividades o celebraciones, esta falta de información sobre sus dichos o mensajes es especialmente cierta cuando se trata de sus años como misionero en Perú, como líder de la casa de formación agustiniana en Trujillo y, más tarde, como obispo de Chiclayo. Más allá de alguna que otra postura pública, Prevost era, en general, una figura relativamente desconocida que ahora ha sido catapultada al foco mundial.
A lo largo de este libro, aquellos que conocieron a Robert Prevost y que trabajaron junto con él llenarán muchos de esos detalles faltantes, dándole color al esbozo de su vida y obra, y pintando una imagen del nativo de Chicago que se convirtió en misionero y más tarde en pontífice. Este perfil, nutrido de testimonios, opiniones, anécdotas y referencias
sobre su accionar como persona y como líder religioso, también ofrece un vistazo de lo que el mundo puede esperar potencialmente de León XIV y de cómo podría relacionarse con la sociedad y responder a los desafíos modernos con base en cómo ha manejado las diversas situaciones que ha enfrentado a lo largo de su vida, en el pasado lejano y reciente.
Este libro también contiene, en exclusiva, una extensa entrevista con el pontífice, realizada en dos sesiones diferentes.
La primera tuvo lugar el 10 de julio de 2025 en la residencia papal de Castel Gandolfo, en la que reflexiona sobre su propia vida y biografía, así como sobre lo que lo ha marcado en el camino como persona, pero también como pastor, misionero, obispo y cardenal. Estas declaraciones enriquecen los diferentes capítulos de este libro y ofrecen la perspectiva del propio papa acerca de lo que sus allegados y colaboradores comentan sobre diversos temas en torno a su vida, su estilo de trabajo y sus posturas. En una segunda conversación, que se llevó a cabo el 30 de julio de 2025 en su residencia temporal dentro del Palazzo del Sant'Uffizio, en el Vaticano, ofrece algunas ideas sobre el presente y para el futuro: reflexiona sobre una variedad de asuntos eclesiales y geopolíticos actuales, sobre cómo ve estos temas al inicio de su papado y de qué forma, al menos inicialmente, planea abordarlos. Sobre algunas cosas tiene una idea clara, sobre otras aún no. Esta segunda entrevista se presenta en el último capítulo bajo el formato de pregunta y respuesta.
Así, pues, las reflexiones del papa León XIV sobre su vida y ministerio están entrelazadas a lo largo de estas páginas, permitiendo a los lectores descubrir quién es a través de lo que otros han dicho sobre él, así como de lo que él ha dicho sobre sí mismo. El libro sigue una secuencia cronológica, comenzando con su infancia y las raíces de su vocación y su llamado a servir a Dios. Luego, aborda su tiempo en Chulucanas y Trujillo, con una mirada profunda sobre el contexto cultural y eclesial que se vivía en el Perú cuando Prevost llegó como un joven sacerdote a mediados de la década de 1980. El relato explora, después, su tiempo como líder de la Orden de San Agustín, su servicio como obispo de Chiclayo y, finalmente, su tiempo como cardenal en Roma, su trabajo en la Curia Romana y los detalles que rodearon el cónclave que lo eligió papa. Como ya se adelantó, el libro culmina con un capítulo que explora brevemente sus primeros pasos como pontífice y mira hacia el futuro a través de una sesión completa de preguntas y respuestas, en la que reflexiona sobre cuál será su estrategia en temas de importancia contemporánea.
Aunque es posible que la mayoría de los lectores quieran conocer sus declaraciones y lean antes la sección de preguntas y respuestas, el libro ofrece un relato de la trayectoria del papa que ayuda a comprender al hombre detrás del pontificado. Le plantea al lector un viaje de descubrimiento acerca del nuevo pontífice y su pensamiento, retomando pasajes de su vida y de su carrera eclesial a través de la voz de su familia, amigos, colegas y de los fieles que lo han seguido durante años. Sus propias reflexiones forman parte de ese relato, ya que él mismo participa en la narración de su propia historia, desde su infancia hasta hoy, así como lo que visualiza para el futuro. La sesión final de preguntas y respuestas, si bien funciona de forma independiente, está pensada para ser leída en el contexto del resto del libro: será imposible entender y apreciar plenamente a León XIV ahora y su visión para el futuro sin el marco de sus experiencias y decisiones pasadas, en todos sus diversos roles a lo largo del camino.
Invito, entonces, a los lectores a emprender el mismo viaje que yo hice: descubrir quién es León XIV leyendo sobre su fascinante vida y ministerio, relatados por aquellos que lo conocieron y trabajaron estrechamente con él a lo largo de los años, y narrados por el propio papa mientras ofrece su mirada sobre su trayectoria, desde el niño que jugaba a celebrar misa hasta su elección como sucesor de Pedro.
El Museo Misiones Salesianas presenta la nueva exposición 'La aventura valdrá la pena. 150 años de misiones salesianas'
El Museo Misiones Salesianas inaugura un ciclo expositivo con motivo de los 150 años de la primera expedición misionera de Don Bosco a la Patagonia. '150 años. La aventura valdrá la pena' es una propuesta que tiene cuatro muestras que recorren la historia y la actualidad de la misión salesiana en clave cultural y antropológica. Fotografías, objetos y piezas únicas acercan al visitante a la riqueza de comunidades originarias, paisajes en transformación y expresiones artísticas que conectan espiritualidad, cultura y misión.
El Museo Misiones Salesianas se une a la conmemoración de los 150 años de la primera expedición misionera de Don Bosco a la Patagonia, un acontecimiento que marcó el inicio de la presencia salesiana en el mundo. Desde entonces, misioneros, hermanos, laicos han mantenido vivo el sueño de Don Bosco: educar y proteger a los niños, niñas y jóvenes más vulnerables.
Para celebrar este aniversario, el Museo presenta el ciclo expositivo 'La aventura valdrá la pena. 150 años de misiones salesianas', compuesto por cuatro propuestas que combinan memoria histórica, reflexión cultural y mirada misionera. "Estas exposiciones no dejarán indiferente a nadie y nos invitan a agradecer, repensar y relanzar la misión salesiana", explica Mariano García, responsable del Museo Misiones Salesianas.
La primera exposición abrió sus puertas el pasado miércoles 24 de septiembre y se podrá visitar hasta el 10 de enero de 2026. Esta muestra está dedicada a la figura del salesiano salmantino (de San Pedro de Rozados) don Modesto Bellido, consejero general de Misiones y figura clave en la expansión de las misiones salesianas en el siglo XX. Fotografías y objetos muestran su incansable labor en los cinco continentes y el aprecio por las comunidades donde trabajó. Esta muestra es también un homenaje a todos los misioneros salesianos que hicieron posible el sueño de Don Bosco. Una pasada por el contenido, la didáctica...¡Qué gusto encontrarme con un gran salmantino, alumno de Unamuno, don Modesto Bellido, el salesiano propulsor del Museo; una pieza mariana de Chacas, un regalo de don Agustín Pacheco...! ¡Cuántas lecciones, cuántas propuestas, cuántos horizontes! Gracias. Tengo que volver y acompañado de amigos que se beneficien
Además, quienes no puedan acercarse físicamente al Museo podrán realizar una visita virtual en misionessalesianas.org, que crecerá a medida que avance el ciclo. Así, la celebración de estos 150 años será también una experiencia accesible y abierta al mundo.
Biografía en https://historia-hispanica.rah.es/biografias/5908-modesto-bellido-inigo
Bellido Íñigo, Modesto. San Pedro de Rozados (Salamanca), 31.XII.1902 – Madrid, 26.XI.1993. Salesiano (SDB), consejero general de Misiones Salesianas y coordinador general de Salesianos-España. Religioso, Salesiano (Salesiano de Don Bosco, SDB)
Los salesianos llegaron a España de la mano del cardenal arzobispo de Sevilla Lluch y Garriga, para afincarse, como punto de partida, en Utrera. Fue durante los primeros años del reinado de Alfonso XII, dominados por la figura de Cánovas. Fueron los años de la institucionalización del régimen (Constitución de 1876) y de la gran pacificación que puso fin a la Guerra Carlista y a la primera insurrección cubana. Pero tan sólo llegaron a fundar en Madrid el 17 de septiembre de 1899, años de derrota y hasta de avilantez internacional. Fueron los años del despegue de Bellido.
Modesto Bellido Íñigo nació el 31 de diciembre de 1902 en San Pedro de Rozados (Salamanca), esquinado pueblo de la esquinada provincia de Salamanca. Trasladado a la capital, frecuentó el colegio Salesianos- San Benito, para chicos de clases populares, en la calle de la Compañía, donde nació su vocación para salesiano. Concluidos sus estudios de filosofía y teología, estos últimos en Turín, fue ordenado sacerdote el 6 de julio de 1930, junto a otros sesenta y cinco salesianos, pertenecientes a otras treinta naciones.
Todo el programa de Bellido, de vida tan larga y agitada, fue un gigantesco brindis a la congregación que fundó san Juan Bosco, un rosario de hechos por las cuatro esquinas del mundo, formulados ya en el lema de su primera misa: "Yo de buena gana me gastaré y me desgastaré por vuestras almas" (Cor, 12.15).
Convertido enseguida en vanguardia intelectual y espiritual de los salesianos de España, fue profesor de Historia de la Iglesia en El Campello, Salesianos-Carabanchel Alto y Salesianos-Mataró antes de la Guerra Civil, pasando de embajador de cultura a protagonista de historias.
Durante la contienda, el superior general Ricaldone lo eligió como eficaz enlace, desde Marsella, entre los salesianos de las dos zonas; encomienda que supo ampliar para otros religiosos y católicos en general, hasta el final de la misma, que le pilló ya en Salesianos- Pamplona, como director del centro, muy unido al arzobispo de aquella diócesis, Marcelino Olaechea Loizaga, que se aprestaba ya a dar todos sus consentimientos y plácemes a la Universidad de Navarra, que iba a fundar su amigo José María Escrivá de Balaguer, toda una máquina tan difícil de poner en marcha como imposible de parar ni a gusto del maquinista ni a gusto de nadie.
En 1945 fue elegido provincial de Salesianos-Madrid, sendero cuyo inicio era bien sabido, pero cuyo final nadie conocía. Pues bien, el mapa estirado de su provincia religiosa: Castilla, León, Galicia, País Vasco, era casi un desierto lunar y fue su oportunidad y la oportunidad de tantos muchachos a quienes sacar adelante. Transformó Salesianos-Atocha de Madrid, vitalizó Salesianos-Astudillo (Palencia), fundó Salesianos- Arévalo (Ávila) y Salesianos-Cambados, además de firmar la colaboración con la Institución Sindical Virgen de la Paloma, con más de dos mil alumnos, el Instituto de Formación Profesional del Ejército, en Carabanchel Alto, con más de mil internos, y dejar avanzados los trámites de aceptación del colegio de San Fernando de la Diputación Provincial de Madrid, así como el de la Caja de Ahorros de Vigo.
Finalizada la Guerra Mundial, los salesianos se reunían en Capítulo General, en Turín, en 1947, dejando al superior general la elección de dos consejeros generales. Pues bien, Bellido fue designado como consejero general para todas las misiones de los salesianos en el mundo, permaneciendo en este trabajo diecisiete años. Creó las casas de misiones Salesianas en Estados Unidos, en Alemania, Bélgica y España, esta última en Madrid; realizó veinticuatro visitas extraordinarias, pasando largas estancias en Argentina, Chile o Brasil, donde los salesianos crecían espectacularmente, como en China, Tailandia, Japón y, sobre todo, India, en una línea de diálogo y bondad muy característica suya.
Vuelto a España en 1973, trabajó desde la Casa de Misiones Salesianas de Madrid para socorrer todos los proyectos sociales que los salesianos llevan adelante en el mundo, a través de organizaciones no gubernamentales, como Madreselva o Jóvenes del Tercer Mundo. Falleció en Madrid el 26 de noviembre de 1993, a los noventa años.
Bibliografía
A. Laguna, Sacerdote Don Modesto Bellido Íñigo, carta edificante, Madrid, Procura de Misiones Salesiana, 31 de enero de 1994.
Francisco Rodríguez de Coro, SDB
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Comparto sus entrañables "memorias" que han sido publicadas con una estupenda edición tanto por la profesionalidad del editor como la calidad de su presentación (tanto la letra como las fotos convidan a leerla con sumo gusto). Memorias de don Modesto Bellido (1902-1993), introducción y edición de Jesús-Graciliano González Procura de Misiones Salesianas de Madrid (2019, 349)
Un gigante "tan modesto" -en la vida como en el nombre- tiene el peligro de ser cosificado y considerado sólo por su "hacer". Sin embargo, él sabía y así lo manifiesta agradecido en la homilía de sus bodas de diamante en la congregación, 1991, por haber contemplado las maravillas de ver glorificados a los salesianos como don Bosco, María Mazzarello, Domingo Savio, Luis Versiglia, Calisto Caravario, Miguel Rúa, Laura Vicuña, Felipe Reinaldi y la multiplicación de los salesianos por el mundo: "que todos pidamos con fervor al Señor en esta santa misa, que así como nos encontramos reunidos en familia, bajo la dulce mirada de María Auxiliadora, que un día podamos reunirnos en el cielo formando especial corona a la Virgen de Don Bosco y a todos los santos salesianos" p. 86
Entre ellos me complace recordar por su vínculo con el Perú del Beato José Calasanz (primer párroco en Magdalena del Mar, Lima, mártir en 1936) del que dice en sus "memorias": "Impresional el elevado número de los [salesianos] que han sido asesinados. Como es natural, causa gran dolor, especialmente la pérdida del Padre inspector Don José Calasanz. Era muy conocido en Turín y uno de los primeros salesianos que habían profesado en España" (p.135)
Copio de su última hoja: "Concluyo este trabajo el día 6 de julio de 1991, día en que se cumplen los 61 años de mi ordenación sacerdotal… he procurado complacer a los muchos hermanos salesianos que me insistieron en realizarlas…NO puede transcurrir mucho tiempo antes de que deba rendir cuentas al Señor. Confío que en su infinita misericordia se digne perdonar mis muchas infidelidades. En tus manos, Señor, deposito mi espíritu" p.349
Al morir, contaba 90 años, 73 de profesión y 63 de sacerdocio. Fue durante 6 años Inspector, durante 17 años Consejero General para las Misiones y durante 6 años Catequista General de la Congregación.
BELLELLA CARDIEL, Antonio (ed) «Lo afectivo es lo efectivo» Fuerza y drama de la afectividad en la Vida Consagrada Publicaciones Claretianas, Madrid, 2025, 364 pp
Pueden adquirirlo a través de la página web de la Editorial Publicaciones Claretianas http://www.publicacionesclaretianas.com/ y en el teléfono 91 540 12 68.
Este libro contiene las ponencias y comunicaciones de la 54ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada, celebrada en la Octava de Pascua del presente año 2025.
La obra no es una mera colección de artículos; más bien, constituye el último eslabón de una larga cadena de búsquedas y reflexiones conjuntas, de escuchas mutuas y discernimientos compartidos, de inquietudes hechas balbuceo, palabra y celebración. Así se manifiesta en la presentación de la Semana y de las Actas por parte de su director Antonio Bellella quien a corazón abierto relata cómo el consejo académico del ITVR eligió el tema, su fundamentación y el modo de abordarlo: con humildad y sumo interés, siempre basados en un planteamiento interdisciplinar, proactivo e identitario, articulado en torno a cuatro versículos del Nuevo Testamento: 1. Tu tesoro, tu corazón (Mt 6, 21). 2. Los sentimientos de Cristo (Fil 2,5). 3. Como Yo os he amado (Jn 13, 34). 4. Sois el cuerpo de Cristo (1Co 12, 27). Para dejar claro que formar en la afectividad va más allá de conocerse psicológicamente, identificar pulsiones y controlarlas, en "integrarlas en un "proyecto vital que hace de la entrega de Jesús el modo de ser y vivir" p. 17
Efectivamente, sus páginas -364- son el último fruto de unas jornadas de encuentro y reflexión, en las que, desde hace más de medio siglo, la vida consagrada expresa su voluntad de mantener viva la costumbre de caminar y pensar juntos.
La sociedad está en ebullición afectiva, se está produciendo un cambio antropológico de indudable calado, recomponiendo al ritmo de la técnica los conceptos de privacidad e intimidad; se privatizan los afectos, se secularizan los vínculos, se niega toda racionalidad a lo amoroso. En este contexto, las personas consagradas, aunque pretendan lo contrario, se ven conducidas o arrastradas por una realidad que las supera.
Resalto el artículo inicial de "saludos". El del Cardenal S.E. Aquilino Bocos es un auténtico tesoro; rescato la frase que figura en la lápida sepulcral de su santo fundador Claret: "Enamórense ustedes de Jesucristo y de las almas y lo comprenderán todo, y harán mucho más que yo"; por si fuera poco nos comparte también la oración del P. Arrupe:" ¡Enamórate! ¡Permanece en el amor!" p.20). El Hno. Jesús Miguel Zamora, secretario de CONFER, muestra su pesar por la muerte del Papa Francisco, quien con su Dilexit nos inspira el encuentro y el libro, con el deseo de que lo afectivo sea lo efectivo, "¡porque el amor no pasa nunca!" (p.26).
Como artículo central del núcleo 1, "Fuerza y drama de la afectividad en la Vida Consagrada" David Cabrera, SJ -UPComillas — UNINPSI | Madrid. "El cuerpo como don" - Emilio Justo UPSA | Salamanca. «Allí te diré mis amores» (cf. Cant 7,12) Los lenguajes del afecto y su transcendencia - Adrián de Prado, CMF ITVR — UPComillas | Madrid
Del núcleo 2, "Inteligencia y sabiduría cordial" - Alicia Villar UPComillas | Madrid.
"El amor de Cristo toca la raíz de nuestro ser" - Paula Jordão, fmvd UISG | Roma. "Todo por amor. La opción célibe de Jesús". - Carme Soto, SSJ Doctora en Sagrada Escritura
El núcleo 3, "Heridas, perdones y amores «Al que mucho se le perdona, mucho ama» (Lc 7,47) y «Sus heridas nos han curado» (1Pe 2,24) - Carmen Román, csd Mariela Martínez Higueras, csd CESET | Málaga, - Carmen Román, csd Univ. Loyola | Granada. "Ordenar el corazón. Orden y desorden en las etapas de la vida" - Santiago Sierra Rubio, osa Centro Teológico San Agustín | El Escorial. " Afectividad y autoridad. Manipulación del carisma y afectividad perversa"- Germán Sánchez Griese ITVC Claretianum | Roma. "El perfil de la autoridad afectivamente sana" Rufino Meana, SJ CONFER — UPComillas | Madrid
El núcleo 4 «¿El amor es para siempre?» Vínculo y ruptura. Dimensión teológica - Ana Martín Echagüe, semd Univ. Cardenal Cisneros | Alcalá de Henares. Dimensión psicológica - Ana Aizpún Marcitllach UPComillas | Madrid Dimensión formativa - Jesús Rodríguez, SOD Conferencia Episcopal Española | Madrid.
El último de los artículos "Expropiados para amar: al servicio de la misión" de S.E.R. Don Ángel Card. Fernández Artime, SDB Pro-Prefecto DIVCSVA | Vaticano, toca el centro de la misión en la Vida Consagrada y nos desafía para convertirla en ¡tarea del corazón!, claro que desde el Corazón de Cristo: "el dilema sigue siendo: o Él o nada; o Él o la vida consagrada no se sostiene" p.332. Con toda la cruda realidad de las cifras nos recuerda que se han extinguido el 75% de las congregaciones y de las104 fundadas antes del siglo XVI sólo existen 25; en España, en solo cinco años, del año 2015 al 2020 han desaparecido 1000 comunidades y de 1990 al 2020 los religiosos se han reducido en un 50%; en Flandes podría cerrarse el último monasterio en el 2030 y en la misma Italia, en el 2046. ¿Cómo revertir de algún modo esta "hemorragia" de la vida consagrada? Nos comparte un texto esperanzador del Papa Francisco: "Si la vida consagrada quiere mantener su misión profética y su fascinación […], debe mantenerse la frescura y la novedad de la centralidad de Jesús, el atractivo de la espiritualidad y la fuerza de la misión, mostrar la belleza de la secuela de Cristo e irradiar esperanza y alegría" (p.340).
Como se resalta en la contraportada "hace pocas décadas, en los ámbitos formativos de la vida consagrada, lo afectivo se identificaba con lo inmaduro, lo caprichoso, lo irracional, lo subjetivo. Hoy ya no es así. Pese a ello, muchos sienten aún una cierta incomodidad ante la relativa volatilidad que evoca todo aquello que se basa en la subjetividad y la afectividad. Precisamente aquí radica la pertinencia de reflexionar sobre este tema con realismo y seriedad".
Todas las ponencias lo ponen en evidencia. Agradezco la rapidez en publicarlas como pan caliente que calme el hambre de formación gracias a tan sabroso y necesario alimento.

El Papa: Superemos la polarización, construyamos puentes en la Iglesia y en el mundo
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
Como Papa, en su rol de "construir puentes" y "no alimentar aún más la polarización" en el mundo y en la Iglesia, denuncia la "terrible" situación en Gaza, ante la cual "no podemos permanecer insensibles", y afirma que la Santa Sede "no cree actualmente" que "pueda hacerse ninguna declaración" sobre la definición de genocidio. Asegura además que no quiere interferir en la política de su país natal, Estados Unidos, pero que no teme plantear cuestiones urgentes, incluso al presidente Trump. Respecto a China, anuncia que continuará con las políticas de la Santa Sede y sus predecesores y, siguiendo el ejemplo de Francisco, espera seguir nombrando mujeres en puestos de liderazgo, al tiempo que reitera que no tiene intención de cambiar la doctrina de la Iglesia sobre la ordenación femenina. Lo mismo ocurre con las personas LGBTQ+: «Todos, todos, todos» son bienvenidos, pero «la doctrina de la Iglesia seguirá siendo la misma». Describe los abusos como una auténtica crisis; pide el máximo apoyo a las víctimas, pero señala que en ocasiones se han hecho acusaciones falsas. Respecto a la otra «crisis», la financiera, pide a la gente que no se queje y que, en cambio, siga desarrollando planes: «Pero no me quitará el sueño».
Preguntas y respuestas sobre temas urgentes para la Iglesia y el mundo están presentes en la primera entrevista del Papa León XIV con Elise Ann Allen, periodista de Crux. El 14 de septiembre, cumpleaños de Robert Francis Prevost, se publicaron extractos de la conversación con antelación, acompañando al volumen biográfico León XIV: Ciudadano del mundo, misionero del siglo XXI, publicado hoy, 18 de septiembre, en español por Penguin Perú.
El drama en Gaza
Entre las primeras preguntas formuladas al Papa se encontraba la situación en Gaza. "Aunque ha habido cierta presión" sobre Israel por parte de Estados Unidos y a pesar de algunas declaraciones del presidente Trump, "no ha habido una respuesta clara" para "aliviar el sufrimiento de la población", enfatizó el Papa León XIV. "Esto es muy preocupante", dadas las condiciones que enfrentan tantas personas, especialmente niños, que padecen "una verdadera hambruna". En el futuro, "necesitarán mucha asistencia médica, así como ayuda humanitaria". El Papa espera que la gente no se vuelva insensible ante lo que ocurre en la Franja: "Es terrible ver esas imágenes en televisión... no se puede soportar tanto dolor".
La palabra "genocidio"
En cuanto al uso de la palabra genocidio, que se usa cada vez más en relación con la tragedia de Gaza, el Papa enfatiza que "oficialmente, la Santa Sede no cree que se pueda hacer ninguna declaración al respecto en este momento". "Existe una definición muy técnica de lo que podría ser genocidio. Pero cada vez más personas plantean la cuestión, incluyendo dos grupos de derechos humanos en Israel que han emitido esta declaración".
Las relaciones con China
Siguiendo en el ámbito de la geopolítica, León XIV mira al otro actor global: China. Asegura que continuará "la política que la Santa Sede ha seguido durante algunos años", sin pretender ser "más sabio o experimentado" que sus predecesores. Lleva tiempo en constante diálogo con diversos ciudadanos chinos y busca una comprensión más clara de cómo la Iglesia puede continuar su misión, respetando tanto la cultura como las cuestiones políticas, así como del importante grupo de católicos que, durante muchos años, han experimentado una especie de opresión o dificultad para vivir libremente su fe sin tomar partido. «Es una situación muy difícil», admite el Obispo de Roma.

Política estadounidense
En general, el primer Papa de Estados Unidos no cree que sus orígenes puedan influir mucho en la dinámica global. Sin embargo, espera que sí lo hagan en su relación con el episcopado estadounidense, donde ha habido fricciones con el pontificado anterior: "El hecho de ser estadounidense significa, entre otras cosas, que la gente no puede decir, como hicieron con Francisco, 'no entiende Estados Unidos, simplemente no ve lo que está pasando'".
León lo deja claro: "No tengo intención de involucrarme en política partidista". Y respecto a su relación con Trump, afirma: "Sería mucho más apropiado que los líderes de la Iglesia en Estados Unidos interactuaran con él". Por supuesto, si hubiera temas específicos que abordar, "no tendría ningún problema en hacerlo". Estos incluyen la dignidad humana y los migrantes; este último es un tema que preocupa al Pontífice. En este sentido, recuerda la carta enviada por el Papa Francisco a todos los Obispos de Estados Unidos, en la que les pedía que acogieran a quienes llegaban al país en busca de una vida mejor. Un gesto "significativo", según León XIV, quien se mostró "muy complacido de ver cómo los Obispos estadounidenses han acogido esta idea". "Estados Unidos", añadió, "es un actor global poderoso, debemos reconocerlo, y a veces las decisiones se toman más en función de la economía que de la dignidad humana".
El Papa también recordó las recientes declaraciones de Trump, afirmando que no tenía intención de reunirse con él, mientras que, añadió el jefe de Estado, "su hermano es una buena persona". Esto se refería a su hermano mayor, Louis, a quien recibió en el Despacho Oval pocos días después del Cónclave. "Uno de mis hermanos lo conoció y fue muy abierto sobre sus opiniones políticas", confirmó el Papa León. También habló de Louis en otra parte de la entrevista, cuando, describiendo su relación con su familia (además de su hermano mayor, también su segundo hermano, John), comentó: "Seguimos siendo muy cercanos, incluso si uno de ellos es muy distante políticamente".
La crisis de abusos en la Iglesia
La entrevista dedicó un espacio considerable a la crisis de abusos sexuales en la Iglesia. El Papa inmediatamente enfatizó que la crisis aún no se ha resuelto, y pidió un "gran respeto" por las víctimas, muchas de las cuales llevan las heridas del abuso toda su vida. León XIV cita estadísticas que muestran que "más del 90% de quienes se presentan y presentan acusaciones son víctimas genuinas". Es decir, no están inventando nada. Sin embargo, hay "casos probados de acusaciones falsas" y algunos sacerdotes "han visto sus vidas destruidas". Las acusaciones "no anulan la presunción de inocencia", enfatizó el Papa León. "Por lo tanto, también los sacerdotes deben ser protegidos, o los acusados deben ser protegidos, sus derechos deben ser respetados. Pero incluso decirlo a veces causa mayor sufrimiento a las víctimas".
En todo caso, explica, «el tema del abuso sexual no puede convertirse en el eje central de la Iglesia»: «La gran mayoría de los involucrados en la Iglesia —sacerdotes, obispos y religiosos— nunca han abusado de nadie. Por lo tanto, no podemos permitir que toda la Iglesia se centre exclusivamente en este tema».
Acogida a las personas LGBTQ+
También menciona la problemática de las personas LGBTQ+ y las mujeres. Sobre el primer tema, el Papa explica que no quiere promover la polarización en la Iglesia. Habla de Fiducia Supplicans, enfatizando que el mensaje esencial del documento es: «Por supuesto, podemos bendecir a todos, pero no debemos buscar la manera de ritualizar alguna bendición». León XIV ciertamente abraza el mensaje de Francisco de acoger a «todos, todos, todos»: «Todos están invitados», no por una «identidad específica», sino porque todos son hijos de Dios. Sin embargo, esto no implica un cambio de doctrina: «Considero muy improbable, sobre todo en un futuro próximo, que la doctrina de la Iglesia cambie en cuanto a lo que enseña sobre la sexualidad y el matrimonio», afirma. Es decir, «una familia compuesta por un hombre y una mujer», «bendecidos en el sacramento del matrimonio».
El papel de la mujer
No cambiará. Ni siquiera el magisterio sobre la ordenación femenina. El Papa afirma que «seguirá los pasos de Francisco al nombrar mujeres para puestos de liderazgo en diversos niveles de la vida de la Iglesia». El tema «controvertido» es el de las llamadas diaconisas, planteado durante la última sesión del Sínodo: «Por el momento, no tengo intención de cambiar la enseñanza de la Iglesia sobre este tema».
La situación financiera de la Santa Sede
La postura del Papa sobre la situación financiera de la Santa Sede es más abierta. Su enfoque es pragmático: "Empiezo a tener una idea clara", asegura. Enumera una serie de cuestiones detalladas: el resultado positivo de más de 60 millones de euros registrado en el presupuesto de la APSA para 2024; el fondo de pensiones, "que debe ser examinado" ("Un problema universal"); la crisis de la COVID-19 que ha afectado a los Museos Vaticanos, "una de las fuentes de ingresos más importantes del Vaticano". "Debemos evitar las malas decisiones que se han tomado en los últimos años", afirma el Papa, mencionando sin embargo el caso del palacio de Londres, en el centro de un proceso judicial que ha atraído "gran publicidad": "¡Cuántos millones se han perdido por esto!". El Pontífice habla entonces de las "medidas significativas" adoptadas durante el pontificado de Francisco para el control y equilibrio de poderes. Sin embargo, debemos ser cautelosos con "relajarnos y decir que la crisis ha terminado". Creo que debemos seguir trabajando en ello, pero no me quita el sueño, y creo que es importante comunicar un mensaje diferente.

Reformas en la Curia
Sobre el tema de las reformas, el Papa León anuncia "decisiones" en la Curia Romana, como "desmantelar o transformar el funcionamiento aislado de cada Dicasterio". Una especie de "mentalidad compartimentada" ha llevado en ocasiones a una falta de diálogo y comunicación. Y esto, en ocasiones, ha sido "muy limitante y perjudicial para el gobierno de la Iglesia".
La Misa en latín
El Pontífice también profundiza en el tema de la Misa Tridentina. Más que una pregunta, "un problema", porque algunos han utilizado la liturgia como "herramienta política". Esto es "muy desagradable". Pronto, dice, surgirá la oportunidad de "sentarse a la mesa con un grupo de personas que apoyan el rito tridentino", y quizás el problema pueda resolverse "con la sinodalidad".
Noticias falsas e inteligencia artificial
Fuera de la Iglesia, el Papa aborda el tema de las noticias falsas (fake news) "destructivas" y se centra en la inteligencia artificial, en la que invierten los "extremadamente ricos", ignorando por completo el valor del ser humano. "La Iglesia debe intervenir", porque existe un grave riesgo de que "el mundo digital siga su propio camino" y todos nos convirtamos en "peones". Al respecto, relata la anécdota de una persona que pidió permiso para crear un Papa "artificial" para que cualquiera pudiera tener una audiencia personal. "Dije: 'No lo autorizaré'. Si hay alguien que no debería estar representado por un avatar, diría que el Papa es el primero en la lista".
Fernando III el Santo fue una de las figuras más decisivas de la historia de España. Rey de Castilla desde 1217 y de León desde 1230, logró la unión definitiva de ambos reinos, sentando las bases de la futura unidad peninsular. Su reinado, en plena edad de oro de la Cristiandad europea, se distinguió por una sólida expansión territorial durante la Reconquista -con hitos como la conquista de Córdoba y Sevilla-, por la consolidación firme del poder regio y por una profunda dimensión espiritual que impregnó todas sus decisiones.
UNA INVITACIÓN A REDESCUBRIR AL REY QUE MARCÓ EL DESTINO DE CASTILLA Y LEÓN Y, CON ELLO, EL DE TODA ESPAÑA.
En esta obra, Margarita Cantera, doctora en Historia y especialista en Historia Medieval, ofrece una biografía rigurosa y a la vez cercana del monarca. Basándose en fuentes cronísticas contemporáneas, documentos de cancillería y los estudios académicos más relevantes, traza un retrato completo y accesible de un rey que supo conjugar la espada con la cruz, el gobierno firme con la justicia, y la administración eficaz con una vida ejemplar. Fernando III no solo fortaleció las estructuras del Estado medieval
-impulsando la vertebración administrativa, la uniformidad legal y la celebración de Cortes-, sino que fue también un promotor de la cultura y un cristiano convencido cuya piedad personal lo llevó a ser canonizado.
Más allá de sus logros políticos y militares, esta biografía pone el foco en su dimensión humana: su fidelidad conyugal, su prudencia, su cercanía con los soldados, su valentía serena y su vocación de servicio. Frente al estereotipo de los reyes medievales como guerreros ambiciosos o libertinos sin freno, Fernando III emerge como un ejemplo singular de virtud y liderazgo. Por eso, su figura sigue despertando admiración, tanto entre los historiadores como en el imaginario colectivo.
'Fernando III el Santo representa el ideal de monarca cristiano medieval: justo, prudente, firme en el gobierno y santo en su vida personal. Su reinado fue una síntesis perfecta de Reconquista y construcción política. Sin él, la historia de España sería inconcebible tal como la conocemos'. Luis Suárez Fernández, catedrático emérito de Historia Medieval y miembro de la Real Academia de la Historia.
Margarita Cantera Montenegro, profesora titular de Historia Medieval en la Universidad Complutense de Madrid, ha consagrado su último libro a Fernando III el Santo. El rey que forjó la España cristiana (Sekotia-Almuzara). Con rigor académico pero propósito divulgativo, transmite la trascendencia de su ejecutoria en todos los órdenes: el gobierno, la política exterior, por supuesto y sobre todo la Reconquista, la repoblación y la cultura y el legado que cedió a su hijo Alfonso X el Sabio. En muchos sentidos puede considerarse un reinado de dimensiones 'fundacionales'.Todo este análisis está hecho sin perder de vida algo sobre lo que queremos interrogar principalmente a la autora: la santidad de vida del Rey. Este libro nos descubre por qué el "San" que adorna su nombre no es un capricho piadoso ni una desmesura servil, sino el justo reconocimiento público de la Iglesia a una vida entregada a Dios.
https://www.religionenlibertad.com/cultura/250915/margarita-cantera-san-fernando_113583.html
-¿Qué signos concretos de santidad presenta la vida de San Fernando?-Las crónicas, algunas coetáneas y otras muy cercanas en el tiempo, cuando hablan del monarca insisten en sus virtudes personales, como la castidad, humildad, prudencia, benignidad, fidelidad a la palabra dada, el valor en todas las circunstancias, pero especialmente en el campo de batalla…
»Es decir, todos los textos lo presentan como un modelo de cristiano y de hombre de honor; y así lo vieron también sus súbditos. Por ello fue considerado santo y tras su muerte empezó muy pronto a recibir culto, privado, en la ciudad de Sevilla, que es la última de las ciudades recobradas para el Cristianismo y como la joya de su corona.
-¿Por qué, a pesar de estas evidencias, tardó tanto en ser canonizado (1672), mientras que su primo San Luis de Francia lo fue tan rápidamente?
-Los Papas que se sucedieron a su muerte no se hicieron eco de ello y en ningún momento plantearon la posibilidad de la canonización del rey castellano. En el fondo hay un motivo importante: Fernando III llevó a cabo en algunos momentos una política de cierta intervención en la vida de la Iglesia de sus reinos, no muy distinta a la de otros reinos europeos, por cierto, especialmente por la percepción de una parte de las rentas eclesiásticas (las tercias), un dinero necesario para las campañas de reconquista, pero cuyo cobro no siempre fue visto con agrado por la Iglesia. Esto explica el contraste entre el rápido proceso de canonización de su primo San Luis de Francia y que no se moviera desde el Pontificado ningún resorte a favor de Fernando, pensando que si se hacía se justificaba esta actuación; además, si eso ocurría, sus sucesores podían animarse a mantener esa política de intervención económica.-¿Qué pasó para que esa perspectiva cambiara?
-A partir del siglo XVI empezó a moverse desde núcleos cercanos a la corte real española la causa de canonización. Algunos han hablado de una motivación política, que la monarquía católica española no podía consentir ser casi la única que no tuviera un rey santo. Sinceramente, si es verdad que los reyes deseaban tener un antepasado cuya santidad fuera reconocida por el Pontificado, no es menos cierto que la vida de virtudes y de defensa de la Fe y de la Iglesia de Fernando III reunía méritos más que suficientes (y no quiero hacer comparaciones que no me corresponden) para que se reconociesen sus virtudes heroicas.»De todas formas, el proceso de canonización, que se empezó a plantear por esta vía de la ejemplaridad en las virtudes cristianas, se encaminó finalmente por una vía que entonces se puso en marcha: el reconocimiento canónico del culto tributado desde tiempo inmemorial; una vía de canonización que desde su aprobación en el siglo XVII por el Papa Benedicto XIV se ha puesto en marcha en diversas ocasiones, como en los recientes casos de Santa Hildegarda de Bingen o el más cercano de la beata Juana de la Cruz o "la santa Juana" del monasterio de Cubas de la Sagra. Y se utilizó esta vía del culto desde tiempo inmemorial porque era posible en el caso de San Fernando, y más rápida que la otra, pues estaba plenamente constatada la veneración al rey por parte del pueblo y del clero, especialmente en Sevilla
-¿Cómo entendía San Fernando la misión de un Rey?
-La fe católica y su profunda religiosidad inspiraron y fueron motor de muchas de sus actuaciones como rey, sin que podamos olvidar las motivaciones políticas que también las acompañaban, como es lógico. Por eso, una de las crónicas que habla de su reinado (Crónica de Veinte Reyes) afirma que Fernando III "en Dios tuvo siempre su corazón y sus ojos"; así, se puede decir que hizo del servicio a Dios y de la expansión del cristianismo la razón de su vida y el fundamento de su gobierno.
»Por otra parte, el título real se acompañaba habitualmente con la fórmula "por la gracia de Dios", ya clásica entre los monarcas hispanos que indica cuál es el origen del poder regio y, como consecuencia lógica de ello, la obligación de gobernar de acuerdo con la ley de Dios, debiendo ser el primero y más ejemplar de los cristianos del reino, pues es el modelo para sus súbditos.
-¿Y en qué se plasmaba esa obligación?
-Entre las obligaciones del monarca medieval destacaba la defensa de la Iglesia, que en este reinado se plasmó de manera especial en su dedicación a la empresa de Reconquista, por el deseo de devolver al Cristianismo las tierras que habían sido suyas hasta la invasión islámica del 711; un ideal indisolublemente unido al de restablecer el reino visigodo, que en ese año había sido deshecho. Muy unida a la reconquista de las tierras iba la restauración de las diócesis y la fundación y apoyo a monasterios y conventos, que además tenían una proyección evangelizadora en las tierras recién ganadas al islam.
»Tratándose de objetivos que nosotros calificaríamos de políticos, la guarda del orden interno, la paz del reino y la prosperidad económica, el bien común del reino en una palabra, tenían también un trasfondo religioso, como manifestación de la búsqueda de la justicia
.-¿Por qué señala en su libro que fue durante su reinado cuando la Reconquista adquirió un carácter propio de Cruzada? ¿No lo tenía antes?
-Si el término Cruzada en sentido estricto corresponde a las campañas convocadas por el Papa para recuperar Jerusalén y Tierra Santa, con el tiempo se amplió el término a otras empresas en defensa o a favor de la extensión de la Fe.
»En este sentido, en el reinado de Alfonso VIII de Castilla, abuelo de Fernando III, el Papa Inocencio III había reconocido como cruzada la campaña militar que culminó en la batalla de Las Navas de Tolosa, de 1212; por ello, esta empresa gozó de los reconocimientos jurídicos correspondientes y de ciertas concesiones económicas por parte de la Iglesia; además, con el título de Cruzada atrajo a algunos caballeros ultrapirenaicos, pues podían aprovecharse de los beneficios espirituales de la empresa cruzadista sin tener que desplazarse a Tierra Santa.»Por tanto, la empresa de la Reconquista se veía ya como una empresa de cruzada y en varias ocasiones, como ocurrió en el reinado de Fernando III (en concreto en las empresas de Córdoba y Sevilla), se obtuvo del Papa el reconocimiento oficial de ese título y, con él, los privilegios jurídicos y económicos que conllevaba.»El cambio que se produce en el reinado de Fernando III es la hispanización del concepto de cruzada, la consideración de las empresas militares desarrolladas como una tarea propia hispánica, sin intervención extranjera (como sí hubo en los primeros momentos en Las Navas de Tolosa). Esto otorgó a la cruzada hispánica ciertas peculiaridades, además de la ausencia de caballeros extranjeros, como es el mando único que ejercía el rey sobre las huestes y la integración de las Órdenes Militares en ese ejército.
-¿Cuál fue la participación de la Iglesia, como institución, en esa Cruzada?
-El reconocimiento del carácter de Cruzada a una empresa militar sólo podía ser otorgado por el Papa como cabeza de la Iglesia. De ese reconocimiento derivan los privilegios la protección jurídica de que gozaban los participantes en la campaña, así como la concesión del cobro de ciertos ingresos económicos sobre las rentas y bienes de la Iglesia; en el caso de los reinos hispánicos esta contribución económica se materializó en las tercias, que supone la entrega a las arcas del rey, exclusivamente para las campañas de Reconquista, de un tercio del diezmo eclesiástico.»Por otra parte, algunos obispos aportaron tropas en algunas campañas, una contribución derivada no de su condición episcopal, sino de los señoríos territoriales anejos a sus sedes episcopales.»Y, por supuesto, sin olvidar la contribución de las Órdenes Militares.
-¿Tuvo conflictos San Fernando con la Iglesia?-La pauta general de actuación del rey Fernando III en este aspecto es muy semejante a la de los monarcas de la época y fue bastante constante a lo largo de todo su reinado, dentro del marco general de control creciente del Pontificado de la vida de las Iglesias del occidente y, al tiempo, de mayor capacidad de los reyes para intervenir en la Iglesia de su reino. En el caso de Fernando III también hay que señalar cómo la propia empresa de la Reconquista y el apoyo posterior del monarca a la restauración diocesana aumentó ese regalismo, que en todo casi debe ser adjetivado de moderado.
»Como pauta general, no hubo conflictos importantes entre el rey y la Iglesia y sí una buena colaboración; y recibió apoyo de muchos de los obispos de sus reinos en momentos de dificultades políticas, destacando especialmente los obispos Tello de Palencia y Mauricio de Burgos, o los obispos de León y Astorga.
»A pesar de ello, hubo momentos de cierto conflicto en torno a la provisión de las sedes episcopales, por un mayor intervencionismo regio en este campo debido al importante papel, incluso político, que los obispos tenían en la vida del reino. De todas formas, no fueron muy numerosos en el reinado de Fernando III; más frecuentes fueron las tensiones por la percepción de rentas eclesiásticas por parte del rey para sustentar las empresas bélicas, aunque, hay que insistir, en general la relación del rey con la Iglesia fue buena.
-¿Se apoyó en alguna orden en particular?
-El monarca tuvo una especial vinculación con los mendicantes, principalmente franciscanos (incluida la rama femenina, las clarisas) y dominicos, favoreciendo la fundación de conventos como medio de favorecer la recristianización de las tierras reconquistadas. »También mantuvo la tradicional vinculación de los monarcas hispanos con la Orden benedictina del Císter, con un magnífico ejemplo arquitectónico en el monasterio femenino de Santa María la Real de Las Huelgas, de Burgos, fundado bajo patrocinio de su abuelo Alfonso VIII.
Humberto Pérez-Tomé, director del sello editorial Sekotia, presenta 'Fernando III el Santo', de Margarita Cantera Montenegro.
-¿Por qué destaca tanto en esta obra el impacto cultural de su reinado?-Fernando III recoge un importante legado cultural de la corte de su abuelo Alfonso VIII y de su padre Alfonso IX de León; y la culminación se producirá en el reinado de su hijo Alfonso X, conocido con el sobrenombre de El Sabio; pero este florecimiento cultural en el reinado de su sucesor no es, desde luego, fruto de la casualidad…
»Así, en la época de Fernando III se produce la expansión del estilo gótico en las grandes catedrales iniciadas o reformadas en su reinado (Burgos y Toledo como las más emblemáticas) y en algunos otros edificios de carácter religioso (especialmente monasterios); también se produjo la consolidación del castellano como lengua de la cancillería regia, evidentemente con el concurso regio, al tiempo que también se consagra esta lengua como lengua literaria.
»Por último, en los primeros años del siglo XIII nacen las Universidades, una de las instituciones culturales más notables para el enriquecimiento y transmisión de la cultura, y que también tenían una notable utilidad política; si la primera fundación corresponde al reinado de Alfonso VIII (Estudio General de Palencia) y de su padre Alfonso IX (Universidad de Salamanca), será con Fernando III cuando se consoliden uno y otro centro, con el apoyo económico y jurídico de este monarca, de modo que algunos le consideran el verdadero fundador de la Universidad de Salamanca.
-¿Podemos decir que es su reinado es el más importante de la historia de España entre Recaredo y los Reyes Católicos?-Realmente, la trascendencia de este reinado es grande, aunque las comparaciones siempre son peligrosas y difíciles, porque las personas y las circunstancias son diferentes en cada caso. Desde luego, los otros dos hitos señalados (Recaredo y la conversión del reino visigodo español al cristianismo católico en el III Concilio de Toledo del 589; y los Reyes Católicos que restablecen la unidad hispánica, a excepción de Portugal) son muy representativos y también decisivos en la Historia de España.»De todas formas, y sin olvidar otros hitos importantes, como la reconquista de Toledo por Alfonso VI o la victoria de Las Navas de Tolosa, en 1212, antes mencionada, el reinado de Fernando III es clave para la forja de la posterior y plena unidad hispánica, tanto por la unión definitiva de los reinos de Castilla y León, como por la expansión territorial, especialmente en el valle del Guadalquivir y en Murcia.
-¿Cómo fue su muerte?
-Siempre se ha dicho que la muerte refleja bien cómo se ha vivido. La muerte de San Fernando, pues, no podía ser más que la de un buen rey, un buen esposo y padre y, ante todo, un buen cristiano. Todo ello se condensa en los gestos y actos de ese momento supremo: como rey, se dirigió a su hijo y sucesor Alfonso (X el Sabio) para recordarle cómo debía gobernar con justicia y respetar los fueros, franquezas y libertades del reino. Asimismo, le encomendó el cuidado de su mujer, que era su segunda esposa y no era la madre de Alfonso, y de sus hermanos.
»Desde el punto de vista religioso, mostrando claramente su vivencia religiosa, asumió los ritos propios del momento, con toda su carga de simbolismo: portar una vela encendida en señal de la fe, ponerse una soga al cuello como muestra de humildad, tomar la cruz en sus manos, solicitar oración a los clérigos presentes y pedirles el canto de la alabanza a Dios condensada en el himno Te Deum.
»Pero podemos decir que su fe se exteriorizó de manera sublime al solicitar los sacramentos de la confesión y de la Eucaristía; y en cómo los recibió hay un detalle que muestra claramente su religiosidad y fe firme: cuando se dio cuenta de que entraba en su cámara el Viático, pidió que le ayudaran a levantarse del lecho para arrodillarse ante el Rey de reyes; pensemos en el esfuerzo físico que hizo, pues murió a las pocas horas, pero quería venerar y adorar la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía.