El Museo Misiones Salesianas presenta la nueva exposición 'La aventura valdrá la pena. 150 años de misiones salesianas'

El Museo Misiones Salesianas inaugura un ciclo expositivo con motivo de los 150 años de la primera expedición misionera de Don Bosco a la Patagonia.  '150 años. La aventura valdrá la pena' es una propuesta que tiene cuatro muestras que recorren la historia y la actualidad de la misión salesiana en clave cultural y antropológica. Fotografías, objetos y piezas únicas acercan al visitante a la riqueza de comunidades originarias, paisajes en transformación y expresiones artísticas que conectan espiritualidad, cultura y misión.

El Museo Misiones Salesianas se une a la conmemoración de los 150 años de la primera expedición misionera de Don Bosco a la Patagonia, un acontecimiento que marcó el inicio de la presencia salesiana en el mundo. Desde entonces, misioneros, hermanos, laicos han mantenido vivo el sueño de Don Bosco: educar y proteger a los niños, niñas y jóvenes más vulnerables.

Para celebrar este aniversario, el Museo presenta el ciclo expositivo 'La aventura valdrá la pena. 150 años de misiones salesianas', compuesto por cuatro propuestas que combinan memoria histórica, reflexión cultural y mirada misionera. "Estas exposiciones no dejarán indiferente a nadie y nos invitan a agradecer, repensar y relanzar la misión salesiana", explica Mariano García, responsable del Museo Misiones Salesianas.

La primera exposición abrió sus puertas el pasado miércoles 24 de septiembre y se podrá visitar hasta el 10 de enero de 2026. Esta muestra está dedicada a la figura del salesiano salmantino (de San Pedro de Rozados) don Modesto Bellido, consejero general de Misiones y figura clave en la expansión de las misiones salesianas en el siglo XX. Fotografías y objetos muestran su incansable labor en los cinco continentes y el aprecio por las comunidades donde trabajó. Esta muestra es también un homenaje a todos los misioneros salesianos que hicieron posible el sueño de Don Bosco. Una pasada por el contenido, la didáctica...¡Qué gusto encontrarme con un gran salmantino, alumno de Unamuno, don Modesto Bellido, el salesiano propulsor del Museo; una pieza mariana de Chacas, un regalo de don Agustín Pacheco...! ¡Cuántas lecciones, cuántas propuestas, cuántos horizontes! Gracias. Tengo que volver y acompañado de amigos que se beneficien

Además, quienes no puedan acercarse físicamente al Museo podrán realizar una visita virtual en misionessalesianas.org, que crecerá a medida que avance el ciclo. Así, la celebración de estos 150 años será también una experiencia accesible y abierta al mundo.

https://misionessalesianas.org/noticias/el-museo-misiones-salesianas-presenta-la-nueva-exposicion-150-anos-la-aventura-valdra-la-pena/

 

Biografía en https://historia-hispanica.rah.es/biografias/5908-modesto-bellido-inigo

Bellido Íñigo, Modesto. San Pedro de Rozados (Salamanca), 31.XII.1902 – Madrid, 26.XI.1993. Salesiano (SDB), consejero general de Misiones Salesianas y coordinador general de Salesianos-España. Religioso, Salesiano (Salesiano de Don Bosco, SDB)

 

Los salesianos llegaron a España de la mano del cardenal arzobispo de Sevilla Lluch y Garriga, para afincarse, como punto de partida, en Utrera. Fue durante los primeros años del reinado de Alfonso XII, dominados por la figura de Cánovas. Fueron los años de la institucionalización del régimen (Constitución de 1876) y de la gran pacificación que puso fin a la Guerra Carlista y a la primera insurrección cubana. Pero tan sólo llegaron a fundar en Madrid el 17 de septiembre de 1899, años de derrota y hasta de avilantez internacional. Fueron los años del despegue de Bellido.

Modesto Bellido Íñigo nació el 31 de diciembre de 1902 en San Pedro de Rozados (Salamanca), esquinado pueblo de la esquinada provincia de Salamanca. Trasladado a la capital, frecuentó el colegio Salesianos- San Benito, para chicos de clases populares, en la calle de la Compañía, donde nació su vocación para salesiano. Concluidos sus estudios de filosofía y teología, estos últimos en Turín, fue ordenado sacerdote el 6 de julio de 1930, junto a otros sesenta y cinco salesianos, pertenecientes a otras treinta naciones.

Todo el programa de Bellido, de vida tan larga y agitada, fue un gigantesco brindis a la congregación que fundó san Juan Bosco, un rosario de hechos por las cuatro esquinas del mundo, formulados ya en el lema de su primera misa: "Yo de buena gana me gastaré y me desgastaré por vuestras almas" (Cor, 12.15).

Convertido enseguida en vanguardia intelectual y espiritual de los salesianos de España, fue profesor de Historia de la Iglesia en El Campello, Salesianos-Carabanchel Alto y Salesianos-Mataró antes de la Guerra Civil, pasando de embajador de cultura a protagonista de historias.

Durante la contienda, el superior general Ricaldone lo eligió como eficaz enlace, desde Marsella, entre los salesianos de las dos zonas; encomienda que supo ampliar para otros religiosos y católicos en general, hasta el final de la misma, que le pilló ya en Salesianos- Pamplona, como director del centro, muy unido al arzobispo de aquella diócesis, Marcelino Olaechea Loizaga, que se aprestaba ya a dar todos sus consentimientos y plácemes a la Universidad de Navarra, que iba a fundar su amigo José María Escrivá de Balaguer, toda una máquina tan difícil de poner en marcha como imposible de parar ni a gusto del maquinista ni a gusto de nadie.

En 1945 fue elegido provincial de Salesianos-Madrid, sendero cuyo inicio era bien sabido, pero cuyo final nadie conocía. Pues bien, el mapa estirado de su provincia religiosa: Castilla, León, Galicia, País Vasco, era casi un desierto lunar y fue su oportunidad y la oportunidad de tantos muchachos a quienes sacar adelante. Transformó Salesianos-Atocha de Madrid, vitalizó Salesianos-Astudillo (Palencia), fundó Salesianos- Arévalo (Ávila) y Salesianos-Cambados, además de firmar la colaboración con la Institución Sindical Virgen de la Paloma, con más de dos mil alumnos, el Instituto de Formación Profesional del Ejército, en Carabanchel Alto, con más de mil internos, y dejar avanzados los trámites de aceptación del colegio de San Fernando de la Diputación Provincial de Madrid, así como el de la Caja de Ahorros de Vigo.

Finalizada la Guerra Mundial, los salesianos se reunían en Capítulo General, en Turín, en 1947, dejando al superior general la elección de dos consejeros generales. Pues bien, Bellido fue designado como consejero general para todas las misiones de los salesianos en el mundo, permaneciendo en este trabajo diecisiete años. Creó las casas de misiones Salesianas en Estados Unidos, en Alemania, Bélgica y España, esta última en Madrid; realizó veinticuatro visitas extraordinarias, pasando largas estancias en Argentina, Chile o Brasil, donde los salesianos crecían espectacularmente, como en China, Tailandia, Japón y, sobre todo, India, en una línea de diálogo y bondad muy característica suya.

Vuelto a España en 1973, trabajó desde la Casa de Misiones Salesianas de Madrid para socorrer todos los proyectos sociales que los salesianos llevan adelante en el mundo, a través de organizaciones no gubernamentales, como Madreselva o Jóvenes del Tercer Mundo. Falleció en Madrid el 26 de noviembre de 1993, a los noventa años.

Bibliografía

A. Laguna, Sacerdote Don Modesto Bellido Íñigo, carta edificante, Madrid, Procura de Misiones Salesiana, 31 de enero de 1994.

Francisco Rodríguez de Coro, SDB

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Comparto sus entrañables "memorias" que han sido publicadas con una estupenda edición tanto por la profesionalidad del editor como la calidad de su presentación (tanto la letra como las fotos convidan a leerla con sumo gusto). Memorias de don Modesto Bellido (1902-1993), introducción y edición de Jesús-Graciliano González   Procura de Misiones Salesianas de Madrid (2019, 349)

Un gigante "tan modesto" -en la vida como en el nombre- tiene el peligro de ser cosificado y considerado sólo por su "hacer". Sin embargo, él sabía y así lo manifiesta agradecido en la homilía de sus bodas de diamante en la congregación, 1991, por haber contemplado las maravillas de ver glorificados a los salesianos como don Bosco, María Mazzarello, Domingo Savio, Luis Versiglia, Calisto Caravario, Miguel Rúa, Laura Vicuña, Felipe Reinaldi y la multiplicación de los salesianos por el mundo: "que todos pidamos con fervor al Señor en esta santa misa, que así como nos encontramos reunidos en familia, bajo la dulce mirada de María Auxiliadora, que un día podamos reunirnos en el cielo formando especial corona a la Virgen de Don Bosco y a todos los santos salesianos" p. 86

Entre ellos me complace recordar por su vínculo con el Perú del Beato José Calasanz (primer párroco en Magdalena del Mar, Lima, mártir en 1936) del que dice en sus "memorias": "Impresional el elevado número de los [salesianos] que han sido asesinados. Como es natural, causa gran dolor, especialmente la pérdida del Padre inspector Don José Calasanz. Era muy conocido en Turín y uno de los primeros salesianos que habían profesado en España" (p.135)

Copio de su última hoja: "Concluyo este trabajo el día 6 de julio de 1991, día en que se cumplen los 61 años de mi ordenación sacerdotal… he procurado complacer a los muchos hermanos salesianos que me insistieron en realizarlas…NO puede transcurrir mucho tiempo antes de que deba rendir cuentas al Señor. Confío que en su infinita misericordia se digne perdonar mis muchas infidelidades. En tus manos, Señor, deposito mi espíritu" p.349

Al morir, contaba 90 años, 73 de profesión y 63 de sacerdocio. Fue durante 6 años Inspector, durante 17 años Consejero General para las Misiones y durante 6 años Catequista General de la Congregación. 

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