PREMIO CUSTODIUM - EDICIÓN 2025
Acabo de participar en la emotiva ceremonia en la que he recibido la distinción de otros veinte historiadores de España e Hispanoamérica. Agradezco el premio, presento el objetivo del mismo y comparto mi alocución de aceptación.
La Cámara Internacional de Liderazgo, presidida por Teresa Astorga, Presidente Global, me informó con este grato mensaje: "en reconocimiento a su trascendente labor y valioso aporte al estudio y preservación del legado histórico de nuestras naciones, me complace informarle que ha sido nominado al PREMIO CUSTODIUM, importante y merecido galardón que nuestra institución confiere a quienes consideramos verdaderos Custodios de Nuestra Historia.
Su nominación ha sido presentada por la Señora Escritora Lourdes Cateriano Velarde, quien ha destacado su ejemplar compromiso con la difusión del patrimonio cultural y la memoria colectiva, contribuyendo de manera significativa a mantener viva la identidad de nuestros pueblos para las futuras generaciones".
La Ceremonia de Gala Internacional de Entrega del Premio CUSTODIUM se ha llevado a cabo este martes 5 de noviembre a las 14:00 horas (Miami) y 20:00 horas (Madrid), a través de la plataforma Zoom, con dos horas de duración.
Objetivo
Reconocer y premiar a historiadores de distintas naciones por su labor investigativa, análisis riguroso y difusión del legado histórico, destacando su papel como guardianes de la tradición histórica de sus patrias y su contribución al conocimiento y preservación de la memoria cultural para las nuevas generaciones.
Introducción
Este premio, rinde homenaje a los historiadores cuyo trabajo no solo preserva el legado histórico de sus naciones, sino que también inspira el liderazgo en la educación y la difusión cultural. A través de su incansable labor, aseguran que el pasado sea comprendido y valorado por las futuras generaciones.
Enfoque
El evento se centra en destacar y reconocer la labor de historiadores cuyas investigaciones han tenido un impacto significativo en la preservación del patrimonio cultural, fomentando la identidad nacional, la reflexión crítica y la responsabilidad histórica en la sociedad global.
Reto
Garantizar que las investigaciones y análisis seleccionados representen un compromiso auténtico con la preservación del legado histórico y que el evento tenga una proyección internacional que resalte la importancia de los historiadores como líderes culturales y educadores.
Resultados Esperados
Reconocimiento global para los historiadores premiados, difusión de sus investigaciones, y una mayor conciencia sobre la importancia de la historia en la formación de identidades nacionales y en la promoción de un liderazgo cultural transformador.
Conclusiones
El premio no solo celebra la labor de los historiadores, sino que reafirma el poder de la historia como una herramienta de liderazgo y transformación social. Al honrar a quienes preservan el pasado, también inspiramos a las futuras generaciones a continuar el legado del conocimiento histórico y la defensa de la identidad cultural.
Cada uno de los premiados pronunciaba un mensaje; comparto el mío: CUSTODIOS DE LA HUMANIDAD (José Antonio Benito, 5.XI.2025)
Amigos: Muy buenas noches. ¡Qué gusto estar con todos ustedes! Comienzo aludiendo al Siglo XVIII, tiempo en que todo se quería someter a la normativa ilustrada, se editó un "Manual epistolar para damas" en la que se incluyó una carta bien breve de una de ellas: "Mi estimado Luis: Comienzo a escribirte porque no tengo nada que hacer y termino porque no sé qué decirte".
A mí también me gustaría comenzar con una monición bien breve pero distinta en el contenido: "Amigos: Comienzo a hablaros porque -gracias a Dios- tengo muchas cosas que hacer -la más importante es estar con vosotros- y no terminaría nunca porque la historia es la vida toda, de todas las personas que en el mundo han sido, con todos sus aconteceres, en todos los tiempos y que quieren enriqueceros con su mensaje de desarrollo solidario".
Ojalá que mi presencia les ayude a valorar la historia de su patria con la actitud de asombro que escribían los primeros cronistas e historiadores del Perú. Uno de ellos, Montalvo, escribía en su libro El Sol del Nuevo Mundo 1683: "Es tan afortunado por naturaleza este Nuevo Mundo que no tiene cosa mala...La tierra del Perú es la más rica y feliz que conoce el mundo". A tanto llegó Antonio de León Pinelo que en su obra El Paraíso en el Nuevo Mundo llega a ubicarlo en las inmediaciones de Iquitos, en las márgenes del río Marañón.
Pero, hablar de Historia, como tan bellamente han expresado mis colegas, no es solo para mirar hacia atrás, al pasado, ya que podría sucedernos lo que a la mujer de Lot que se convirtió en estatua de sal; de todos modos, contemplemos el pasado, su legado, con gratitud; pero miremos el presente, el aquí-ahora, con mucho realismo, con mucha atención, como si nos fuese la vida en ello, con pasión y entusiasmo; y miremos al futuro con confianza y esperanza.
Escribió el historiador Luis Suárez "la historia no intenta demostrar nada sino averiguar algo". Y, además, valorar, custodiar, difundir. Fijémonos en el escudo de Perú. En él aparecen tres riquezas: mineral (cornucopia de la abundancia), vegetal (árbol de la quina) y animal (vicuña). Siempre decía a mis alumnos que le faltaba una: la humana, en la que ellos estaban implicados. De ello habla el "Quadro de Historia natural, civil y geográfico del Reino del Perú", lienzo pintado a finales del siglo XVIII por José Ignacio Lecuanda, contador Real de la Aduana de Lima y sobrino del Obispo Martínez Compañón, hoy en el Museo Nacional de Ciencias Naturales en Madrid y una copia se muestra en el Museo Nacional de Pueblo Libre en Lima (Perú). La obra describe el Virreinato del Perú en 195 escenas de las riquezas (mineral, vegetal y animal del escudo del Perú).
Este cuadro ha constituido para mí la razón de mi presencia en estos 30 años de dolores y, sobre todo, gozos. Llegué a Candarave-Tacna en 1991 y 1992 con el G.A.M. (Grupo de Apoyo Misionero) durante los meses de julio y de modo permanente (1994-1999) a la Blanca Ciudad de Arequipa, pasando a la Ciudad de los Reyes, nuestra querida Lima, de 1999 hasta la fecha en el 2024.
Como afirmaba el historiador Jaime Vicens Vives todo profesional dedicado a la historia debe presentar su carné de identidad, su ADN, el mío es el del que pretende investigar, custodiar, difundir, comprometerse con su legado, con su identidad, convirtiéndonos en voluntarios y misioneros de esperanza entre los pueblos. He procurado en estos 30 años amar y servir, a la Iglesia y al Perú, a través de la docencia e investigación universitaria, trabajos en los medios de comunicación, el voluntariado y la misión entre los jóvenes. No podemos permanecer como indiferentes espectadores, debemos ser protagonistas de un mundo en el que crear lazos, tender puentes, forjar la paz y el desarrollo sea lo que nos una. Dios lo quiera. Muchas gracias.